Bilbao BBK Live y el Azkena Rock aplazan su cita a 2022

La empresa organizadora del Bilbao BBK Live y del Azkena Rock, Last Tour, anunció este martes que antes de la fecha en que iban a comenzar los dos festivales, el 8 de julio y el 21 de junio, darán a conocer los grupos del año próximo y detallarán el proceso de devolución de las entradas. También se pueden mantener las que hayan comprado porque seguirán siendo válidas.

Ambas citas lograron retener para 2021 los grupos que habrían tocado en 2020, como The Killers, Pet Shop Boys y Bad Bunny en el cartel de Kobetamendi, además de otros nombres de primer nivel como Caribou; la cantante, compositora y productora de música electrónica y trip hop FKA Twigs; los pospunkis irlandeses Fontaines DC; y los históricos Supergrass. En Mendizabala, Patti Smith, Iggy Pop -figura carismática del Azkena- y Brian Wilson de los Beach Boys estaban dispuestos a congregar un año más a los rockeros de corazón. Ahora queda por saber si algunos de esos nombres, con los que la promotora tiene una relación muy asentada, se mantendrán o si dos años son demasiado en el mundo de la música.

El presupuesto del Bilbao BBK Live asciende a 9 millones, con una subvención de 1,4 millones del Ayuntamiento y 300.000 de la BBK. En las últimas ediciones han vendido entradas a personas de un centenar países. Su impacto económico ronda los 20 millones de euros. El cartel suele acoger unas cien bandas y durante tres días miles de personas trabajan en Kobetamendi.

El esfuerzo de organización es grande y en este caso cuentan con el apoyo del Ayuntamiento para organizar la subida al monte, cortar puntos de la red viaria y vigilar los accesos. Por esta razón, el punto de vista de esta institución es clave para su desarrollo.

El presupuesto de Azkena Rock es de 2,5 millones, con 300.000 euros de subvención de la Diputación alavesa y del Ayuntamiento de Vitoria. Además de los conciertos de pago, suele organizar otros gratis en la ciudad. Lo mismo ocurre en Bilbao, días antes de que empiece la fiesta en las campas de Kobetas.

Todo hace indicar, eso sí, que Last Tour encontrará una alternativa en Vitoria que anunciarán en breve. En el foco, el reacondicionado Iradier Arena. Con la mejora de la acústica en estas instalaciones, la asociación Kultura Bizia, de la que forman parte los organizadores del festival, ha reservado fechas para llevar a cabo conciertos del 17 al 19 de junio, justo en las que estaba previsto el Azkena Rock.

Es una forma de dar un paso adelante, de que la promotora continúe con su actividad, como ya está haciendo en recintos cerrados, y de demostrar que la cultura es segura, como insisten los programadores.

Los responsables de Crüilla han anunciado que harán una prueba de antígenos cada día a todos los asistentes. Esperan sumar 25.000 personas, que tendrán libertad para moverse y abrazarse, siempre con mascarilla. Cada prueba cuesta unos doce euros, que serán costeados por el festival, las instituciones y el propio asistente.

El experimento del concierto de Love of Lesbian el 27 de marzo en el Palau Sant Jordi, con 5.000 espectadores y sin problemas sanitarios, ha dado esperanzas al sector. El festival Sonorama Ribera se celebrará este verano los días 12, 13 y 14 de agosto en una edición adaptada a las circunstancias sanitarias en el recinto ferial de Aranda de Duero. El hecho de que se pudiera prescindir de la distancia social ha convencido a sus organizadores para volver a la histórica cita del rock español.

El festival Vida se celebrará entre el 1 y el 3 de julio en Vilanova i la Geltrú con Vetusta Morla, Nathy Peluso y Love of Lesbian como cabezas de cartel. El legendario Canet Rock, que se inició en 1975 en Canet del Mar, también tendrá su jornada festivalera el 3 de julio. Los superfestivales al estilo del Bilbao BBK Live, como el Mad Cool de Madrid y el FIB de Benicàssim, aún tienen que pronunciarse. Pensar en su aplazamiento no supondría tirarse a una piscina sin agua.