
La batuta como fuente de vitalidad
De 83 a 97 años ·
Zubin Mehta, Riccardo Muti y Herbert Blomstedt salen a escena en Berlín, Londres y LeipzigSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
De 83 a 97 años ·
Zubin Mehta, Riccardo Muti y Herbert Blomstedt salen a escena en Berlín, Londres y LeipzigLlevan entre 60 y 70 años en activo, de aeropuerto en aeropuerto, comiendo a deshoras y con las partituras bajo el brazo. Nunca han pasado ... demasiado tiempo en casa y en los últimos tiempos se les ve más hogareños. Pero lo justo y necesario para reponer fuerzas y seguir adelante. No pueden vivir sin la música. Su mente y su cuerpo les pide una dosis diaria y concentrada de sonido y ritmo. Una adicción que les ha llevado muy lejos. No solo han dirigido a las orquestas más prestigiosas del mundo, sino que continúan haciéndolo. Arriesgando, como siempre.
En las próximas semanas los más afortunados podrán verlos en acción. Las entradas para ver a Herbert Blomstedt (97 años) al frente de la Gewandhausorchester de Leipzig han volado en pocas horas. Y lo mismo ha sucedido con Zubin Mehta (88), que saldrá a escena con la Filarmónica de Berlín, y en Londres nadie quiere perderse a Riccardo Muti (83) al mando de la Philharmonia Orchestra. El médico y músico guipuzcoano Arturo Goicoechea, fundador y director hasta su jubilación en 2011 de la Sección de Neurología del Hospital de Santiago, de Vitoria, se alegra de saber que continúan activos por una razón muy sencilla: es lo mejor para ellos.
«La libertad es la clave. No hay que buscar el sufrimiento, sino la libertad. Esa es la auténtica conquista. Buscar objetivos razonables y luchar por ellos. ¿Por qué? Para sentirse vivo. Esa es la única sensación que importa», reflexiona el especialista. Por esa razón, no mitifica los beneficios de la práctica musical. «Nada es estrictamente saludable, todo depende de cómo se tome y aborde». Rechaza la idea de que haya fórmulas milagrosas para la longevidad. «Cada uno puede tener la suya. Las monjas de clausura tienen la suya, igual que los dictadores y los psicópatas. ¿Conclusión? Más que obsesionarnos con cumplir muchos años, habría que poner el foco en los objetivos de tu vida. El motor de la existencia es lo importante. Algo que estos tres grandes de la dirección tienen clarísimo», recalca el autor de 'El dolor crónico no es para siempre' (ed. Vergara).
El director estadounidense de origen sueco Herbert Blomstedt no fue niño prodigio, pero se ha ganado la vitola de anciano extraordinario. La temporada pasada le colocaron una prótesis de cadera y le bastaron seis semanas para recuperar su agenda profesional. Dirige de pie, sin partitura ni batuta, con microgestos circulares y trabaja con los fisiólogos del Instituto Karolinska, cerca de Estocolmo, para mantener una movilidad óptima de los hombros y columna vertebral. Es un devoto adventista del Séptimo Día y está dispuesto a cumplir «100 años» delante de una orquesta. Le queda poco, tiene 97.
Los días 3, 4 y 6 de abril brindará la Séptima de Bruckner con la Gewandhausorchester de Leipzig, una de las muchas formaciones que le tienen veneración. Fue su director titular entre 1998 y 2005, cuando ya tenía más de 70 años y puso mucho empeño para consolidar su proyección internacional. Siempre le ha gustado viajar y grabar discos. Los aficionados atesoran sus registros de las sinfonías de Brahms y de Bruckner, así como de obras de Mendelssohn y Hindemith.
Esa alegría y arrojo, que le llevan a disfrutar sobre todas las cosas, más allá del resultado, también marcan la trayectoria de Zubin Mehta, nacido hace 88 años en Bombay y radicado en Los Ángeles. El maestro indio se embarcó en el experimento de Los Tres Tenores, para espanto de los puristas que abominan de los conciertos al aire libre, y recientemente se ha animado a abordar la Novena de Bruckner.
Siempre da sorpresas. En 2019 logró la remisión completa de un carcinoma renal metastásico, tras someterse a una terapia inmunológica experimental, y ahora se elogia más que nunca su enfoque de las obras de Mahler, Strauss y Wagner. Ha ganado en hondura, pese a las dificultades de movilidad que sufre. Dirige sentado, con pantallas táctiles que amplían las partituras y se desplaza en silla de ruedas fuera de los escenarios.
Tiene programados conciertos hoy, mañana y el sábado en la sede de la Filarmónica de Berlín. Allí se pondrá al frente de los músicos para dirigir la obertura de 'Oberon' de Weber; la Octava de Schubert; y el Concierto para violín y orquesta de Wieniawski con Himari, de apenas 13 años.
Las nuevas generaciones también se las toma en serio Riccardo Muti, porque no solo ha fundado la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini sino también la Academia de la Ópera Italiana. Tiene 83 años y le obsesiona el futuro de sus nietos. Quiere dejarles la mejor música, de ahí que se permita pocos descansos.
En 2011 le implantaron un marcapasos tras desplomarse en pleno ensayo como consecuencia de un síncope. Se destrozó la cara por el impacto contra el suelo pero, cuatro semanas más tarde, estaba trabajando en la Ópera de Roma. Tiene una prótesis de cadera y no es el director felino de antaño. Pese a todo, no ha perdido el gesto imperial que hace justicia a Schumann, Brahms y Beethoven. Sin perder de vista el norte, que en su caso es Verdi. El próximo 27 llevará las riendas de la Philharmonia Orchestra para ofrecer el 'Réquiem' del compositor de Busseto en el Royal Festival Hall de Londres, con Marie Lys, Elīna Garanča, Piotr Beczala e Ildebrando D'Arcangelo. Lo ha dirigido muchas veces y cada vez descubre (y siente) algo nuevo. En eso consiste estar vivo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.