J. Mikel Fonseca
Lunes, 27 de noviembre 2017
No es necesario ser de carne y hueso para ser una superestrella del rock. Recurrir a alter-egos, pseudónimos y nombres artísticos es una dinámica habitual en el mundillo -de esto, David Robert Jones, más conocido como David Bowie, Ziggy Stardust, Aladin Sane o The ... Duke, sabía un rato- pero es posible encontrar grupos que, directamente, nunca han existido como tal. Esta es una selección de los más influyentes.
Publicidad
Han sido la primera confirmación del BBK Live 2018 y, en parte, responsables de que se vendiesen 10.000 entradas en 72 horas. Gorillaz ocupan legítimamente el término cabeza de cartel. Todo un logro para una banda que, realmente, no existe. En algún momento a mediados de los 90, Damon Albarn, 'frontman' de Blur, y el dibujante Jamie Hewlett crearon, mientras veían juntos la MTV, a los cuatro personajes que componen la banda Gorillaz: 2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs. Cada uno de ellos está cuidadosamente diseñado, no solo estéticamente, sino también en cuanto a su personalidad y a su historia. Y por supuesto, su forma de tocar. Para las grabaciones de los cinco álbumes que cuentan en su discografía, Albarn y Hewlett se valieron de un equipo de colaboradores de todos los géneros, desde el rock (Lou Reed) al soul (Ike Turner) pasando por el hiphop (Snoop Dog, De La Soul), siendo Damon Albarn y una impecable producción las únicas constantes entre canción y canción, entre disco y disco. Aunque en un primer momento recurrían en los directos a distintas triquiñuelas y trampantojos como pantallas enormes y proyectores, poco a poco su show fue evolucionando hasta contar con una orquesta real sobre la tarima; eso sí, con una cuidada puesta en escena y siempre respaldados por sus animados y virtuales integrantes.
Al igual que ocurre con las 'celebrities' de carne y hueso, los integrantes de la banda se han ido nutriendo, en sus casi 20 años de vida, de una intrahistoria con altas dosis de surrealismo, en la que se han disuelto, vuelto a juntar, sido atacados por zombis y animales marinos mutantes, e incluso se han refugiado en el punto más aislado del planeta en una isla hecha enteramente de basura.
Mucho tiene en común la banda de Albarn y Hewlett con este ficticio conjunto formado a mediados de los años 60, y no solo por tener a un primate por nombre. Bajo la producción de Don Kirshner, los jóvenes americanos Micky Dolenz, Michael Nesmith y Peter Tork, junto al británico Davy Jones, fueron reclutados -no sería correcto usar otra palabra- para protagonizar la 'sitcom' 'The Monkees', sobre las desaventuras de los cuatro integrantes de una banda homónima en su intento, a menudo infructuoso, de alcanzar la fama.
En un primer momento, los cuatro integrantes eran, meramente, el rostro visible de una banda inexistente fuera de la pantalla catódica. Pero a medida que avanzaban los episodios y crecía su fama, los jóvenes comenzaron a creerse sus propios personajes y, por kafkiano que resulte, decidieron llevar a The Monkees al mundo real, eso sí, contando antes con el beneplácito de Columbia Pictures, dueña de los derechos. La banda vivió un éxito breve pero intenso (9 discos entre 1966 y 1970), ya que supo aprovechar la beatlemanía del momento a su favor, e incluso siguió en activo un par de años después de que la serie hubiese dejado de emitirse.
Publicidad
Otro precedente de Gorillaz fueron The Archies, banda ficticia creada para los dibujos animados de 'Archie' (que ahora viven una segunda juventud con el remake con actores reales 'Riverdale') y que incluso llegó a copar lo más alto de las listas de éxitos americanas. El responsable detrás de este curioso experimento es Don Kirshner, 'alma mater' de The Monkees, que de nuevo reclutó a un grupo de músicos anónimos para dar forma a The Archies. Su canción más conocida, 'Sugar Sugar', vendió seis millones de singles. Su género se considera bubblegum, un pop muy descafeínado diseñado especialmente para adolescentes. La 'banda' arrancó su andadura en 1968 y duró hasta 1973. El éxito de The Archies sirvió para que la productora Hanna-Barbera diese luz verde a una retahíla de bandas musicales basadas en dibujos animados infantiles, que proliferaron en los 60-70.
El génesis de combinar música y dibujos animados, no obstante, se encuentra en el show de 1958 'Alvin y las ardillas', creado por Ross Bagdasarian, quien además de componer las canciones prestaba su voz al trío de roedores. Para sus directos, se valía de marionetas y varios ingenios sonoros. Su álbum fue numero 1 en ventas en las navidades de 1958. Como curiosidad, en la última canción del musical 'Grease' puede oírse lo que parece un homenaje al primer tema de estas diminutas superestrellas.
Publicidad
Exagerando hasta lo ridículo los clichés del heavy, 'Metalocalypse' es una serie de humor de dibujos animados que narra las aventuras de «la mayor banda de metal del mundo»: Dethklok. Un conjunto formado por Nathan Explosion, Skwisgaar Skwigelf, Toki Wartooth, Pickles y William Murderface, que acostumbra a salvar el mundo o destruirlo, según se tercie. La serie debutó en Adult Swim en 2006 y se alargó hasta 2013, con una película space-opera como colofón.
Esta fantasía de cuero y tachuelas es obra de Brendon Small, que presta su voz a varios personajes tanto en los diálogos como en las actuaciones en directo, ya que la banda ficticia ha realizado varias giras y publicado 4 álbumes. A pesar de la cancelación de la serie, Smalls sigue en activo musicalmente y sus fans consideran sus últimos discos como el legado de Dethklok, ya que la productora Adult Swim le impide utilizar, por motivos de copyright, el nombre de la banda.
Publicidad
El pasado mas de agosto celebró su décimo cumpleaños y, sin embargo, sigue teniendo los mismos 16 que cuando nació hace una década. Hatsune Miku es una de las cantantes más celebres de Japón, con una prolífica discografía de más de 100.000 canciones, colaboraciones con Lady Gaga y Pharrel Williams inclusive. Pero Hatsune Miku tiene una característica que la diferencia, y es que no existe.
Al menos, no físicamente. Miku es la personalización de un software musical de la empresa Crypton Future Media, llamado Vocaloid -curiosamente, este es el termino genérico que se usa para referirse a otras voces artificiales- y cuya fama roza lo estratosférico en el país del sol naciente, donde se venden, de media, 300 unidades de este software a la semana. Esto ha propiciado una auténtica avalancha de canciones amateurs protagonizadas por la voz virtual, especialmente en redes sociales como Youtube o su homóloga japonesa, Nico Nico. Menos famoso es Kaito, su contrapartida masculina.
Publicidad
Dada su inmediata popularidad, la compañía decidió, tan solo un año después de su lanzamiento, aprovechar el filón y convertirla en una auténtica estrella, encargando al dibujante nipón Kei Garō la tarea de diseñar a la diva. El resultado fue una adolescente de coletas verdaceas y el resto, como se suele decir, es historia: el holograma de Hatsune Miku ha visitado escenarios de medio planeta, cantado a dúo con varias estrellas reales, se ha atrevido con géneros tan dispares como la ópera, y cuenta con su propio manga. Las entradas para sus bolos se agotan en cuestión de segundos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.