Un torbellino fantástico

Algunos chispazos de agresividad adelantaban, eso sí, el universo dramático de 'La Valse' (1919), que cambió rotundamente el tono del concierto: más que nunca, enlazada sin pausa a los 'Valses nobles y sentimentales', se adivinaban en la obra las catastróficas secuelas de la Gran Guerra. Ravel dijo haberla concebido como una «apoteosis del vals vienés, con la que se mezcla, en mi ánimo, la impresión de un remolino fantástico y fatal», y la orquesta gallega parecía situarse en el vórtice de un violento huracán, entregada con toda su maquinaria a punto, potente de sonoridad y rítmicamente precisa como un reloj suizo.

El camino para el 'Bolero' (1928) estaba trazado y las buenas perspectivas se cumplieron con creces. Muy lejos quedan los tiempos en los que la obra escandalizaba a las audiencias de todo el mundo, cuando el compositor hubo de admitir solo podía tomarse o dejarse. El público de Musika Música no dudó en tomarla y recibió muy bien una interpretación en la que Litton mantuvo el tempo (bastante rápido) intacto de inicio a fin, sin libertades personales, con un engranaje perfecto y en el estilo «lamentoso y monótono de las melodías árabe-españolas», exactamente como quería Ravel.

Bilbao. Palacio Euskalduna. 7-III-2025. Orquesta Sinfónica de Galicia. Director: Andrew Litton. Obras de Ravel.