![Ariel Rot haciendo cima en el Dale CandELA Festival](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/09/09/ariel-1-kUKD-U2101149435163d-1200x840@El%20Correo.jpg)
![Ariel Rot haciendo cima en el Dale CandELA Festival](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/09/09/ariel-1-kUKD-U2101149435163d-1200x840@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
De viernes a sábado se extenderá el festival benéfico Dale CandELA, que lucha contra la enfermedad rara e incurable ELA. Está promovido por el afectado por la ELA Jaime Lafita, un getxotarra especialista en «contagiarnos el buen rollo» que apareció en escena antes de la actuación del cabeza de cartel del viernes y de todo el festival, Ariel Rot. En esa introducción hubo también un recuerdo para Pablo Olmos, amigo de Jaime y fallecido por la ELA, un aficionado a la montaña de quien se dijo: «se pude hacer cima con ELA».
Hizo cima este viernes en el Candela Fest el bueno de Ariel Rot (Ariel Eduardo Rotenberg Gutkin, bonaerense de 63 años), quien regresó a Bizkaia en la gira del 25º aniversario del que se tiene como su primer álbum en solitario, aunque en realidad fuese el tercero, 'Hablando solo'. Ariel, con un volumen superior al de los dos grupos de blues que le antecedieron (Mississippi Queen y Travellin' Brothers), dio un conciertazo de 17 temas en 93 minutos en los que cedió hueco para canciones instaladas en la memoria colectiva de dos grupos en los que militó antes: cuatro de Los Rodríguez y tres de su grupo de adolescencia, Tequila, que fueron los siguientes: el discotequero y funkie 'Quiero besarte'.
«Un giro al pasado lejano, lejano. Esta canción debe de tener 43 años. La compuse cuando nací. Si quieren bailar, este es el momento», animó; un ralentizado 'Rock and roll en la plaza del pueblo' («Ahora nos vamos a atrever a hacer un blues, aunque somos inexpertos en la materia», se quitó importancia porque de chaval participaba en jams de blues, y Alejo, el cantante de Tequila, asegura que Ariel de niño tocaba igual que Eric Clapton), y un popurrí con tres títulos rocanroleros: 'Necesito un trago + El ahorcado + Mr. Jones' (el primero escrito por Tequila, el segundo de Sergio Makaroff y el tercero de Charly García, todos argentinos).
Ariel vino con el mismo quinteto de hace 25 años. Y no es que él siga siendo más guapo que sus escuderos, sino que parece que el tiempo sólo ha pasado para los otros. Electrizado por ver la explanada llena de gente (al acabar su concierto la estación de metro de Algorta se pobló de espectadores que cogieron unidades en ambos sentidos) y satisfecho por poder participar en un evento benéfico y especial para él, Ariel actuó inspirado al cantar con las letras somatizadas en su cabeza y chulito al puntear con sus varias guitarras a veces colocándose al borde del tablado.
Habló lo justo y educadamente con el respetable («sólo quiero decirles que ha sido una noche espectacular», manifestó al final, y dijo al principio: «es una situación de voltaje emocional muy alto»), y se lo montó igual de bien en los lentos que en los rocanroles, aunque quizá los dos mejores momentos fueron sendos rocks: 'La última cena' («Vamos con más rock. Uno apocalíptico. Compuesto hace bastante tiempo. Ya las cosas pintaban mal») y el citado pupurrí tequilón con 'Necesito un trago', etc.
Su concierto estelar arrastró 44 minutos de demora sobre el horario anunciado (bueno, nadie se quejaría: la entrada era libre y lo será hasta el domingo) y arrancó con rock espeso algo Gov't Mule ('Vals de los recuerdos'), se templó con soul-rock sofisticado, como facturado en los estudios Hi ('Hasta perder la cuenta'), tiró de rumba lisérgica para narrar su vida de músicos en la carretera ('Hoja de ruta'), incidió en el soul sofisticado españolizado ('El mundo de ayer'), y a la quinta recuperó la primera de las cuatro de Los Rodríguez, 'Dulce condena', la primera muy coreada por la masa.
Ariel se quitó la americana para quedarse en camiseta antes de la sexta, 'Bruma en la Castellana' («Os veo muy participativos esta noche, seguro que vais a querer cantar con nosotros, el canto hace bien, el canto es salud», propuso), roqueó con la citada 'La última cena' (en esa pensamos en Los Zigarros, los nuevos Tequila para muchos), abrazó la cumbia en 'Dos de corazones', ondeó el lubricado 'Quiero besarte' de Tequila, tomó aire en la balada 'Vicios caros', atravesamos el tramo tequilón de la plaza del pueblo y el popurrí triple, y derritió sobre todo a la parte femenina de la audiencia con 'Me estás atrapando otra vez' de Los Rodríguez.
Y en el epílogo no decayó la fiesta con el instrumental rockabilly swing 'Confesiones de un comedor de pizza', el R&R 'Baile de ilusiones' (que no es de Los Rodríguez pero podría), y en el cierre en falso y en el bis accidentado con dos de Los Rodríguez, el grupo que tuvo con su cuñado Calamaro: 'Milonga del marinero y el capitán' y la vacilona y sexual 'Hace calor'.
Comparemos a modo de conclusión: en mayo vimos en el Kafe Antzokia a Ariel Rot durante esta misma gira de 'Hablando solo' (reflexionando en alto, se podría titular a tenor de muchas letras). Ahí dio un bolo de 17 temas en 100 minutos, con repertorio muy parecido, pero este viernes se quitaron varias del álbum ('Te busqué', 'Al amanecer') y se añadieron las de Tequila. El del Antzoki estuvo muy bien, y este del Candela Fest un poco mejor.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.