Más allá de Spotify: 6 'apps' para melómanos

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Un saber enciclopédico potenciado por una inteligencia artificial y un oído cuasiperfecto son los dos atributos de Shazam. Tan simple como pulsar y mantener el dedo en la pantalla del móvil durante unos segundos para que los circuitos oigan el tema y lo identifique. Su eficacia se mantiene con dignidad hasta en medio de según que discoteca. Se puede descargar como una 'app' individualmente, pero Siri y otros asistentes de voz son capaces de usar sus servicios con solo pedirle que identifique la canción.

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Escuchar el disco en casa está bien, pero hay que ver como lo defiende el artista en directo. Para no perderse ni un concierto, está Bandsintown. Basta con elegir una lista de grupos para que la 'app' rastree por todos los eventos de Facebook y elabore automáticamente una agenda con los conciertos cercanos al usuario. Desde la aplicación se pueden guardan los que interesen, comprar las entradas y crear una nube de artistas para descubrir nuevos intérpretes relacionados en función de los gustos de cada uno.

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¿Que nuevos álbumes salían este mes? ¿Cual ha sido la última polémica de ese artista? ¿Quienes son todos esos músicos del festival al que vas a ir? Para informarse de la actualidad musical, además de esta revista, existe Record Bird, una útil 'app' -también disponible en formato web- que aglutina y filtra, por artistas, las últimas noticias de varios medios especializados. Además, incluye un cómodo listado con los próximos álbumes y avisa mediante notificaciones de su publicación.

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Ah, el autotune. Desde la génesis -Cher- al mediático abuso de casi todo el reguetón que se ha grabado jamás, la quintaesencia de gran parte del trap ya no necesita de esas pesadas cajas metálicas repletas de botones, diales y luces. Ni siquiera un portátil con una pegatina tapando el logotipo del dorso, y el ableton Live 4 estudiado con tres tutoriales de YouTube. Autorap crea en 20 segundos un 'velaske yo soy wapa?' con solo medio rapear tres versos en el micrófono del móvil. Eso sí, siempre bajo el mismo ritmo: para desbloquear otros, incluidas algunas imitaciones de los beats del momento -que rozan el karaoke- es necesario pasar primero por caja.

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No solo un efecto de sonido cabe en el teléfono: también el estudio de grabación entero. Los iPhone pueden enorgullecerse de Garage Band, una 'app' que, como su homologa para Mac, permite grabar, cortar, editar, y producir cualquier 'hit' con rapidez y desde cualquier parte. Cajas de ritmos, corrección de tono, sampler, mesa de mezclas… el garaje de Apple es la herramienta de cabecera para cualquier creador. Que se lo digan si no a Damon Albarn, que solo necesitó un iPad para gestar el 'The Fall' de Gorillaz. El talento, eso sí, no viene incluido en la 'app'.

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Los creadores de Autorap tienen otra 'app' para los fans de atarse una corbata en la frente y berrear canciones de Celine Dion con un cubata en la mano. Desde que el 'Singstar' de Playstation 2 trasladase el karaoke al salón de casa varias las aplicaciones le han tomado el relevo en versión smartphone: Red Karaoke -firma española- fue de las primeras, y StarMaker, Yokee o Karaoke Anywhere son dos buenas opciones. Pero Sing! ofrece, además, unas cuantas herramientas para trampear los desafines o crear algunos efectos. La jugada es la misma que AutoRap: hay que pasar por caja por canciones o comprar una subscripción.