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josu olarte
Domingo, 17 de octubre 2021, 02:17
En los apenas cuatro años que han pasado desde su eclosión catódica Aitana Ocaña se ha postulado como la estrella femenina más rutilante y trasversal del pop español. Un estatus que evidencia apareciendo en revistas de tendencias o pasarelas de moda, diseñando modelos deportivos para ... Puma como Dua Lipa, publicitando a Netflix o McDonalds (pese a ser celíaca) o encadenando éxitos de pop blanco y adhesivo como su última colaboración con Zzoilo 'Mon Amour', que era la canción más reproducida en España hasta el ruido suscitado por C Tangana con su 'catedralicio' y bachatero dueto con Nathy Peluso 'Ateo'.
Con vitola de ídolo con tirón adolescente la cantante catalana de 22 años se embarcó este verano en la gira de su reválida discográfica '11 razones' con la que, favorecida por el fin de las restricciones sanitarias, sigue encadenando llenazos aún más rotundos. Como los su doblete vasco de San Sebastián y el Bilbao Arena que llenó al máximo permitido (80%) con un entregadísma fanaticada, casi íntegramente femenina y repartido en hordas de chavalas cantarinas y madres con niñas tan comercialmente predispuestas como para pedir en el puesto de 'merchandising' una camiseta con el lema 'Don't fake orgasms' (No orgasmos falsos). Y eso que las canciones y las letras de Aitana responden el perfil de una estrella para toda la familia que tiende a ver el amor y la vida en un color tan rosa como el modelito de pantalones y top que lució este sábado en su regreso tres años después al Bilbao Arena.
En su cantado, nunca mejor dicho, triunfo en Miribilla, dentro de ciclo Bilbao Musik Fest, no hubo rastros de la disfonía en las cuerdas vocales que le obligaron en septiembre a cancelar media docena de bolos. Casi hubiera dado igual alguna secuela, porque su juvenil prole de seguidoras convirtieron la velada en un karaoke de 90 minutos cantados a pleno pulmón. 'Gracias por darlo todo' llego a decir Aitana en varias ocasiones.
Con dos discos y varios sencillos de éxito, Aitana ha dejado atrás su paso por OT, pero no del todo. Sus conciertos no se diferencian mucho de los de las estrellas televisivas o hispanas al uso. Ni por el espectro sociológico de su público, ni por escenografía audiovisual, ni por pose y actitud lisonjera y hasta por envoltorio sónico. Puede que haya prescindido de bailarinas, pero el tipo de rotunda asepsia rockera por el que ha optado el director musical de la gira Ludovico Vagnone (Alejandro San, Miguel Bose, Pablo Alborán, Estopa o Laura Pausini..) encaja tanto con el enfoque del álbum '11 Razones' como por el barniz sonoro que en sus giras han mostrado Chenoa, Malú o hasta un Melendi con el que, no por casualidad, Aitana ha colaborado en su próximo álbum. Claro que vista la predisposición de personal femenino hubiera dado igual que la barniz sonoro hubiese sido diametralmente opuesto.
Reclamada por su nombre como en animación futbolero emergió Aitana en pose triunfera sobre la escalinata piramidal del centro de la platea. Respaldada por un quinteto de acreditados mercenarios con dos guitarristas y batería enfatica, el bolo arranco anunciado como un vuelo a reacción y un atronador y ampuloso sonido rockista que hibridaba a unos Bon Jovi de estadio con unos Roxette de los que Aitana parece haberse quedado con el lema aquel de 'no nos aburras y vete al estribillo'. Y es que sus canciones guardan siempre ganchos coreables y rara vez exceden los tres minutos.
Con ramalazos casi heavies del guitarrista Guillermo Guerrero y el baterista Matt Vallejo, '11 razones' y 'Cuando te fueste' dieron paso a un Kaixo Bilbao, un jabonero recuerdo a su visita previa con el 'Play tour' y el anuncio de una 'noche mágica' con el apoyo de una platea que apenas aguantó en sus asientos para acompañar con móviles baladas como 'Mejor que tu' o ese 'Corazón sin vida' con facilón guiño a Alejandro Sanz del 'idem' partío 'Ya estáis dándolo todo superando mis expectativas', celebró por vez primera Aitana con esa voz de cría que al parecer no le gusta antes de comenzar a desatar gargantas con su primer hit 'Teléfono' y un filoheavy '% Dividido' con el típico remanso acústico en el estribillo que facilite el karaoke general.
'Ni una más ' (callada) permitió la reivindicación feminista ya casi obligada en toda cantante y X (Por) derivo de nuevo al pop rock de estadio de nuevo milenio. Su nuevo sencillo, inspirado por su novio (el actor Miguel Bernadeau), 'Berlín', rockerizó el reggaetón y la cita al Maluma de 'Felices los 4' degenerando el anticipo de un próximo disco de corte urbano. Fue el tema que puso el bolo en órbita y levantó a las chicas de los asientos en un recta final que continuó evocando a un Brian Adams aparatoso en 'Mándame un audio' y se desató definitivamente ligando en un medley 'Preseento' y 'Mas de lo que aposté', dos temas de los pijos colombianos Morat -«un grupo muy guay al que admiro mucho»- con los que sintonizó en sus inicios en OT.
Tomó aire Aitana con otra balada coral ('Miel en los labios' y el medio tiempo algo 'roxettero '- menos' antes de aprovechar su edulcorada versión de Bisbal 'Si tu la quieres' . Fue el 'momento para contar mi vida familiar' en dedicatoria a su abuelo fallecido por Alhezimer «y a todos los mayores que se han ido» durante la pandemia. «Flipó al ver un video con uno de mis conciertos sin saber en lo que me había convertido», recordó.
Para la entrega total, reservó como traca final Aitana desde lo alto de la escalinata su flamígero y reciclado en clave rock 'Me quedo' (recitando las partes de Lola Indigo) y el remix diniciático 'Tu Foto del DNI', compuesto y cantado a dúo con su «mejor amigo desde los seis años'», a quien, como la víspera en Donosti, invitó al escenario. Tras dar protagonismo a su banda y repartir flores y recuerdos para todo su equipo, familia, amigos y colegas triunferos y fans presentes en Miribilla, se despidió entre más chillidos desatados. Aitana, que no tardó en regresar desde lo alto de la escalera pirámidal para poner la guinda festiva a su melifluo pastel rockero, cambiando de tercio con su último hit con un Zzoilo enlatado y una última balada (' + Más') celebrada por las chavalas con móviles y manos en forma de corazón como lírica rúbrica a pleno pulmón arriba y abajo. Todo con la agradecida ceremonia repertida de Aitana que, completando su periplo vasco, volverá a desatar gargantas el 12 de noviembre en el Buesa Arena vitoriano.
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