Afrika Bibang, como en un ensayo

Ella cantó estupendamente, saliéndose del auditorio en algunos sostenidos, y ellos tocaron muy bien, pero faltó empaque y en unas ocasiones la cita parecía un bolo hotelero (de hotel veraniego, sí) y en otras un ensayo. Ya lo reconoció Afrika al principio: «Aunque hemos dado bastantes conciertos este verano, este es el primero en trío acústico. Se me hace raro este formato. Me falta un poco de caña. Por ejemplo la batería». Ya, mejor habría sido una batería que unas programaciones que no acabaron de funcionar por falta de volumen y de mero encaje.

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Sin embargo, reconocidos los peros, reseñemos que fue una agradable, voluntariosa y no dilatada sesión de 11 piezas en 63 minutos. Afrika, sentada en un taburete del que a veces se despegó para bailar, las presentó todas, casi siempre hablando en euskera. Afrika al amalgamar soul-jazz-rap se manejó con soltura, solventando con clase las dificultades polisilábicas del euskera en los ritmos con flow, y al frente del trío calificado de 'acústico' (exageró, pues emitían había bastante brillo y electricidad sus dos escuderos) repasó su EP 'Nomada' (mientras escribimos esta benévola crítica suena de fondo el disco por Spotify), recuperó varias piezas del lejano álbum 'Entzun' (2004), y el bis lo reservó para entonar dos inéditos, el undécimo y último el único tema en inglés, 'Red Light', la pieza más swing, más jazz clásico, compuesta por ella para contar que donde mejor se siente es encima de un escenario con luces rojas, los focos que se echaron de menos en su bolo de Las Arenas.

Destacando lo más paladeable del setlist indiquemos que el mentado 'Entzun' sonó a jazz hostelero ochentero vía Matt Bianco (una referencia que se repetiría a menudo en el repertorio, como comprobará quien siga leyendo), que del mismo disco de 2004 Bibang espigó el título 'Revolution', el cual planeó con el sustrato del soul urbanita de Marvin Gaye (Afrika lo prologó con un discurso en castellano: «'Revolution' denuncia la situación de los negros en Estados Unidos desde hace más de 400 años. Es una injusticia. Con la muerte de George Floyd hemos dicho basta ya. Estamos a favor de la igualdad y en contra de la xenofobia, la homofobia…», y no pudimos apuntar contra qué más, pero la gente aplaudió convencida, sumándose a su opinión), más influjo de los Matt Bianco bailongos se percibió en 'Aitzakiak' (en esta la afrogetxotarra rapeó un cacho en inglés), buen recogimiento se generó en 'Begira', otra vez Matt Bianco palpitaron en 'Sua' («el single del EP 'Nomada', que más que de amor habla de buen rollo, de cuando sientes cosquillas en el estómago, eso es 'Sua'», fuego, explicó también en castellano la políglota y euskaldun Afrika), y cerró con la citada 'Red light', donde consiguió poner a dar palmas y a corear al escaso personal, entre el que había bastante amistades de Afrika, a las que sonrió al empezar la sesión sentada en el taburete, cuando las reconoció en el patio de butacas (de hecho dedicó una canción a su amiga María).