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La temporada de la ABAO Bilbao Opera se mantiene en pie y da muestra de buenos reflejos frente al coronavirus. Las limitaciones de aforo que se imponen en el Euskalduna solo admiten 600 personas (apenas un 27,3 % de su capacidad), pero la ABAO ha ... conseguido salir del paso. Los más de 3.500 socios, además de patrocinadores, que tiene la entidad cultural se distribuirán en seis funciones, dos más de lo habitual, entre los días 21 de octubre y 2 de noviembre. Es decir, la primera función de 'Il turco in Italia', de Rossini, se ofrecerá el próximo miércoles, no un sábado como se hacía hasta ahora. Las luces se apagarán a las 19.30 horas y la representación durará poco más de tres horas, pausa incluida.
«Nos habría gustado incluir una séptima función... Pero era imposible. El equipo artístico ya tenía compromisos contractuales, no se podían quedar más tiempo. Así pues, en esta ocasión no habrá entradas a la venta en taquilla. Quienes no sean socios o patrocinadores no podrán disfrutar de las funciones. El aforo ya se llena con unos y otros», ha aclarado en la presentación de la temporada Juan Carlos Matellanes, presidente de la ABAO, flanqueado por Cesidio Niño, director artístico, y por Laura Poderoso, subdirectora de la Fundación BBVA, patrocinador exclusivo de las representaciones de 'Il turco in Italia'. Se trata de una ópera de Rossini jamás representada en Bilbao.
El montaje que acogerá el Euskalduna tiene el sello de Emilio Sagi –que dejó huella y un grato recuerdo en el Arriaga como responsable artístico– y contará con la batuta de Christophe Rousset, todo nervio y precisión, al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Un tándem que sabrá conjurar la chispa de Rossini, «que apenas tenía 22 años cuando estrenó esta obra pero ya demostraba que era un genio», en palabras de Cesidio Niño. La calidad de la obra se confirma al recordar que en la década de los 50 tuvo como máxima valedora a Maria Callas en el papel de Fiorilla. Un rol muy exigente no solamente desde el punto de vista vocal. Hay que meterse a fondo en la piel del personaje para hacerle justicia.
'Il turco in Italia' es una ópera bufa protagonizada por una chica que engaña y se burla de su marido (Don Geronio) a la más mínima oportunidad. El cónyuge es bastante mayor que ella y goza de un estatus económico que procura todas las comodidades y caprichos a la joven. Una relación que se toma a chufla en la obra de Rossini, aunque un oído atento no dejará de percibir cierta melancolía en algunas inflexiones y acentos. Es inevitable. Con Mozart hasta las óperas cómicas se empaparon de humanidad y claroscuros. Marcó un antes y un después al que nadie puede sustraerse. Pocas óperas de Rossini más ambiguas y mozartianas que 'El turco en Italia'. ¿Hasta qué punto tiene un 'happy end'? ¿Hay moralina y conservadurismo? Preguntas que flotan en el aire en el montaje de Sagi, siempre respetuoso con la música y el libreto de las óperas.
No importa que en este caso modifique el contexto histórico, ambientado según su versión original a finales del siglo XVIII, porque se las arregla para extraer el jugo del argumento. El director de escena asturiano traslada la acción al Nápoles de los años 60, con un vestuario colorista y decorados que atrapan la energía del Mediterráneo. Hay guiños al mundo del cine, un trabajo actoral riguroso y una coordinación escénica que debe funcionar con exactitud metronómica. Nada se deja al azar.
La ABAO ha fichado un elenco liderado por la soprano navarra Sabina Puértolas, una artista de la cabeza a los pies. Conoce bien el papel de Fiorilla y también el montaje de Sagi. Flanqueada por el barítono Renato Girolami y el bajo-barítono Paolo Bordogna, en los roles de Don Geronio y del turco Selim, se dejará la piel como es habitual en ella. ¿Y la voz? Alegrará los oídos. Esa será su función principal en esta ópera. Algo que Puértolas consigue sin mayores dificultades, incluso cuando se trata de una partitura tan endiablada como 'Il turco in Italia'.
El resto de los cantantes, tanto el tenor David Alegret (Narciso, amante de Fiorilla) como el barítono Pietro Spagnoli (Prosdocimo, un escritor ávido de inspiración y morbo) y la soprano Marina Viotti (Zaida, la enamorada del turco), también se encuentran en vena para lidiar con Rossini. Igual que el Coro de Ópera de Bilbao, que gozará de momentos lucidos y trepidantes. «Todos estamos trabajando muy a gusto. Yo busco la armonía y no el cataclismo en los ensayos. El maltrato y los gritos no llevan a ninguna parte. Si ponemos un poco de amor entre todos, conseguiremos ofrecer ese canto a la vida que yo busco...», advierte Emilio Sagi, impaciente por brindar una vez más un espectáculo lleno de magia.
Elenco. Sabina Puértolas (Fiorilla); Paolo Bordogna (Selim); Renato Girolami (Don Geronio); David Alegret (Narciso); Pietro Spagnoli (Prosdocimo)... Más el Coro de Ópera de Bilbao.
Orquesta. BOS.
Batuta. Christophe Rousset.
Dir. de escena. Emilio Sagi.
Escenografía. Daniel Bianco.
Vestuario. Pepa Ojanguren.
Iluminación. Eduardo Bravo.
Coproducción. Capitole de Toulouse, Ópera de Oviedo y Municipal de Santiago de Chile.
El Euskalduna se ha volcado en las medidas de higiene y seguridad para evitar el contagio del coronavirus. «Es un auditorio que cuenta con la certificación del protocolo Covid-19 de AENOR. Es un espacio muy, muy seguro», subraya Juan Carlos Matellanes, presidente de ABAO Bilbao Opera. El público no podrá quitarse la mascarilla durante la representación (poco más de tres horas, incluido el intermedio) y las distancias entre los espectadores están garantizadas porque se han eliminado butacas. La cafetería estará cerrada y tampoco habrá servicio de guardarropía, ni casillero para los paraguas.
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