Música a primera vista

Ambas tienen su origen en Andy Warhol y muestran la complicidad de los artistas con el rock y el pop. Las portadas son la carta de presentación del grupo, la manifestación de sus intenciones y el enganche con sus fans. Desde que los Ramones empezaron a calzarse zapatillas de caña John Smith, y a mostrarlas en sus portadas, todos sus devotos quisieron tener un par, blancas, rojas o negras. Suponían el vínculo sagrado con los dioses del punk.

Con la resurrección de los vinilos, la imagen de los álbumes ha empezado a retomar el valor que tuvo en la era clásica del rock. Como entonces, los artistas se han puesto a disposición de los músicos para que las canciones también se vean. Y Euskadi no es una excepción a este fenómeno, más bien al contrario.

Para el pintor e ilustrador Pablo Gallo, escuchar música y mirar «hipnotizado» la portada de los discos son como dos caras de una misma moneda. «El 'London Calling' de los Clash, el de la Velvet, el 'Never Mind the Bollocks' de los Sex Pistols… Te marcan en lo musical y también en tu estética. Todo desemboca de una manera u otra en tu obra», reflexiona.

La discográfica bilbaína Soul4Real le encargó su último lanzamiento, un siete pulgadas del cantante de Alabama Jimmy Gresham, célebre voz de seda en los sesenta que en 1980 entró en la cárcel por asunto de drogas que él nunca reconoció. A partir del material del que le surtió la disquera, como retratos del cantante y de otras estrellas como Wilson Pickett, se inventó un Gresham de su propia cosecha.

El encargo le llegó a través del alma de Soul4Real, Álex Subinas, que anteriormente le había comprado unos dibujos. Y no es el primer trabajo de portadas de Pablo Gallo. Antes hizo las de grupos gallegos como Ultracuerpos, Electra, Plataform y Oide.

La familiaridad con la música viene de sus padres y de sus discos de los Beatles y de Leonard Cohen, entre otros. «Vivíamos en Coruña y veníamos de Galicia a Burgos para pasar el verano con el 'St. Pepper's' en el coche», recuerda Gallo, sobre este disco de los Beatles con portada psicodélica y legendaria. Ilustrador también de carátulas de libros, y artista que expone a menudo sus cuadros figurativos, el retrato al menos parcialmente inventado de Jimmy Gresham lleva la marca de su estilo.

Muy familiar con el mundo rockero es la creadora cordobesa, afincada en Bilbao, Beatriz Sánchez. Suya es la portada del reciente disco de Sonic Trash 'King Kong Party', con sus figuras goyescas, carnavalescas y expresionistas. Y también ha realizado las de artistas muy conocidos en la escena vasca como Atom Rhumba y Cabezafuego, así como las de los jienenses de Guadalupe Plata, combo de blues rock con pasajes psychobillies.

«Son derivas de tu entorno. Siempre he sido rockerilla y muchos de mis amigos también lo son. El primer encargo me lo hizo Guadalupe Plata. Desde hace años me dedico más a la videocreación que al dibujo o la ilustración, porque puedo integrar performances y otros elementos. Y por eso también he rodado videoclips; de los últimos, el de Las Manilas, o el más experimental con Audience que acabamos de estrenar. Y el próximo será el de Maika Makovski». La cantante y guitarrista presentará su nuevo disco, 'MKMK' (grabado en parte con Kaki Arkarazo) en septiembre en la Sala BBK de Bilbao.

La portada de Sonic Trash está hecha a partir del vídeo de la canción 'Kalamity', rodado en el High, el histórico local de ambiente de la calle Naja de Bilbao. «He sacado dos imágenes, una para la portada y otra para la contra, y las he tratado con pintura y disolvente», explica la artista, que actualmente expone en la colectiva 'Soplo', organizada por BilbaoArte, en una de sus cuatro sedes, la del Ensanche. «Las portadas hay que mirarlas siempre, lo mismo que los carteles de las películas. Te ofrecen una conexión muy valiosa con esas obras», considera la creadora.

El vitoriano Joseba Elorza, fundador del estudio Miraruido, tiene en su haber el trabajo gráfico de las tres portadas del triple disco de Berri Txarrak 'Denbora da poligrafo bakarra', además de las animaciones videográficas, una vertiente en la que también ha trabajado con Love of Lesbian y -contengan la respiración- Green Day. Nada menos, el megagrupo internacional de punk rock que cerró el Bilbao BBK Live de 2013, con una canción en solitario y en acústico de su líder, Billie Joe Armstrong.

Los sorprendentes colages de Joseba Elorza han traspasado fronteras. «Empecé haciéndolos sin mayores intenciones, en 2008, en un ordenador. Los subí a un blog, los vio el director de arte de la revista 'Esquire' y me llamó. Cuando me puse con el trabajo de Berri ya había dado el paso a la animación de mis colages, aprendiendo por mi cuenta, con la ayuda de algunos tutoriales que encontré en internet. Lo propuse y les pareció bien».

La bola empezó a rodar. Ha colaborado con 'National Geographic' y con otros grupos como Air Review, aunque la llamada de la Warner con el encargo del vídeo para Green Day fue algo especial. «Me caí de culo. Sabes que lo que hagas lo van a ver millones de personas».

El comienzo de su proceso creativo consiste en conversar con los artistas para saber lo que tenían en la cabeza cuando compusieron un tema o el disco. «Con Gorka Urbizu, de Berri, hablé un montón. Luego escucho las canciones como unas 400 millones de veces, busco imágenes antiguas con esa música de fondo y si veo un gesto en ellas que me gusta, o que le viene bien al trabajo, tiro por ahí».

A otro de los ilustradores vascos con muy buena prensa, Gorka Olmo, le gusta estudiar las letras de los álbumes a los que pondrá imágenes. «Con lo que leo y el título del disco me hago una primera idea, y luego sintonizo con la música, aunque lo cierto es que los grupos y los discográficas con las que he trabajado siempre me han dado mucha libertad», explica este creador de La Arboleda.

Había sacado el libro de ilustraciones 'Cosas dentro de otras' y Vetusta Morla estaba preparando su álbum 'Canciones dentro de canciones', formado por reinterpretaciones de temas propios ya publicados.

«Les hizo gracia la coincidencia, les gustó lo que hacía y nos pusimos a trabajar», en su caso con boli Bic azul, uno de sus instrumentos preferidos. El trabajo cundió y compitió en los Grammy Latinos del año pasado, dentro de la categoría de Mejor Diseño de Empaque.

A partir de ese disco, surgieron otros, como los de las bandas Capitán Sunrise y Attic Lights, ambos del sello independiente Elefant Records. Olmo tiene su colección de vinilos y reconoce la importancia de la imagen en ellos. Pero llama la atención sobre su año de nacimiento: 1986. «Tengo mis elepés, y los mimo. Pero yo soy de la generación del CD. El primero que me compré, en el Carrefour de Sestao, fue uno de Acqua. Me gusta ver mi trabajo en grande. Se disfruta más. Pero las carátulas de los CD también tienen su dignidad».