Dos grandes esculturas de Chillida realzarán el nuevo Bellas Artes

El Bellas Artes sigue abierto por obras y así se mantendrá durante la ampliación –en la actualidad volcado en el programa BBKateak de encuentros entre obras históricas y contemporáneas–, aunque los trabajos en marcha cambien hasta la fisonomía exterior. El museo ha ampliado de forma notable el perímetro de seguridad de la zona en obras, que abarca jardines, parte de los itinerarios peatonales del parque e incluso el monumento a Aureliano del Valle (1922), de Quintín de la Torre. Los gestores de la pinacoteca que dirige Miguel Zugaza ya están en plena faena tras el simbólico acto de la colocación de la primera piedra, el pasado 17 de marzo.

Tendrá como seña de identidad una especie de visera por encima de los edificios antiguo y moderno que aportará unos 2.000 metros cuadrados de superficie para exposiciones. Ganará una entrada por un atrio construido sobre el suelo de la plaza Arriaga. Y el parque se expandirá por la plaza Euskadi, lo que obligará a reordenar el tráfico. A su vez comunicará directamente con la alameda Mazarredo; es decir, con el Guggenheim y con el potencial de sus 1,3 millones de visitantes anuales, que pueden elevar las cifras actuales del Bellas Artes. Pese al cierre del edificio antiguo hasta junio y del moderno desde septiembre, el museo del parque ha logrado una asistencia en 2022 de 150.721 visitantes. Supone un aumento del 40 % respecto a 2021 (107.290) y refuerza la recuperación de la afluencia al centro tras la pandemia (78.746 en 2020). Aun así, muy por debajo de su récord de 300.000 en 2018.

Aunque está metido de lleno en el tajo, el Bellas Artes ya está pensando en el día después. Y en ese momento Eduardo Chillida tendrá un papel estelar. La escultura 'Lugar de Encuentros IV' ocupará como su nombre indica un espacio central en el atrio de laterales acristalados, concebido como el nuevo corazón del museo ampliado, junto al monumento de Durrio dedicado a Juan Crisóstomo de Arriaga. Una especie de plaza pública de la que colgará la pieza de hormigón del artista guipuzcoano que, originalmente, estaba también suspendida del techo en el interior del centro de exposiciones. Incluso, fue necesario excavar un foso para ajustar el encaje. Posteriormente, fue trasladada al exterior, a la plaza Chillida. De ahí saldrá hacia Hernani.

Cuando concluya la ampliación, ese espacio será para 'Elogio del hierro III', la primera escultura que Chillida instaló en Bilbao, en concreto en una esquinita de la plaza Circular, junto a la torre. Fue retirada para facilitar la llegada de Primark y del centro foral de emprendimiento, pero finalmente encontrará acomodo en el museo del parque.