El Artium luce más que nunca el arte vasco
'Movimientos elementales'. ·
Chillida, Oteiza, Basterretxea, Ferrer, Iglesias... toman una muestra que recorre «episodios relevantes» de la creación desde los años 50 hasta nuestros díasSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
'Movimientos elementales'. ·
Chillida, Oteiza, Basterretxea, Ferrer, Iglesias... toman una muestra que recorre «episodios relevantes» de la creación desde los años 50 hasta nuestros díasEsos apóstoles con el rostro desfigurado de la fachada de la basílica de Arantzazu, el gran proyecto artístico de Jorge Oteiza con el que revolucionó el arte eclesiástico, levantaron una polvareda entre las autoridades eclesiásticas. Tanto por su forma como en estilo. Oteiza representaba catorce ... apóstoles, en lugar de doce, inspirándose en una estampa muy popular: la de trece remeros y un patrón que componen la tripulación de una trainera. Y entraba también en los libros de historia como un punto y aparte en el arte vasco. «Es un mito fundacional de la modernidad en Euskadi y el proyecto en torno a esa basílica y la comunidad de artistas que se crea (Sáenz de Oiza y Laorga, Basterretxea, Chillida, Lucio Muñoz, Ibarrola...) es considerado casi una suerte de origen», comenta Sergio Rubira, uno de los comisarios de la nueva muestra 'Bilduma Hau Colección. Oinarrizko mugimenduak' (1950-200)', traducido como 'movimientos elementales', que se puede ver en el museo Artium de Vitoria.
De alguna manera, esos años 50 y ese mito se sitúan también en el arranque de la gran exposición que se puede ver en la Sala A0, habitual bienvenida a los visitantes y espacio tradicional donde se exhibe la muestra colectiva más relevante. Algunas piezas preparatorias a menor escala de ese trabajo de Oteiza, como 'Apostolario de Aranzazu' (1953) o 'Cabeza de Apóstol' (1953), se pueden ver junto a una basta reunión de casi 200 obras en una «reordenación» de la colección del Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco. A su vez, desde el museo explican que otro punto de partida de la muestra es el final del exilio y el regreso de sus viajes a países de Latinoamérica de Mari Paz Jiménez en 1945, Jorge Oteiza en 1948 y Néstor Basterretxea en 1952. El lienzo 'Gitanas' (1950) de Jiménez es lo primero que ve el visitante.
En la sala A0. Se inaugura este viernes 31 de marzo, a las 18.00 horas. Fondos de la colección.
Cerca de 200 obras. La muestra reúne obra de Oteiza, Basterretxea, Chillida, Ibarrola, Okariz, Ferrer, Iglesias, Zumeta, Herrero. Además de ocumentos y materiales de archivo.
«Comenzamos con esos viajes de ida y vuelta, y también el de salida de Chillida, en su caso yéndose a París». Ese trío de artistas archiconocidos -Oteiza, Basterretxea y Chillida- se encuentran en el primer tramo de la sala y suponen un gran atractivo de entrada. Además se reivindica una figura de vanguardia a menudo olvidada como la de Jiménez. De hecho, varias piezas no habían sido expuestas hasta ahora, a pesar de formar parte de los fondos.
Con esta nueva colocación, el visitante puede identificar «episodios relevantes» del arte vasco desde aquella época y hasta el presente. Una apuesta ambiciosa en la que lucen nombres conocidos como el propio Oteiza, Néstor Basterretxea, Eduardo Chillida, Esther Ferrer, Vicente Ameztoy, Cristina Iglesias, José Luis Zumeta e Itziar Okariz, entre otros. A su vez reivindica la figura de Mari Paz Jiménez o María Francisca Dapena. Y se pueden ver piezas como 'El proceso de Burgos' (1970), pintura de Dionisio Blanco que se conoce especialmente por haber sido retirada en el programa internacional de los 'Encuentros de Pamplona de 1972', que atrajo a artistas internacionales. Aquel episodio de censura de la propia organización conllevó a que otros creadores como Agustín Ibarrola decidieran también retirar sus obras como protesta de esa feria.
Aunque la muestra no se ha organizado estrictamente de forma cronológica, a través del recorrido se pueden identificar diferentes momentos históricos. «Nos interesaba romper las cronologías y jerarquías, al primar unos artistas sobre otros sin responder al relato tradicional», explica Rubira, que ha trabajado en las labores de comisariado junto a Beatriz Herráez, Thomas Boutoux, Enrique Martínez y Elena Roseras. A su vez, Herráez explicó que este cambio de obras no pretende ser definitorio, sino tan solo una forma de relato. «Un gesto que tendrá que ser complementado por otro», apunta.
De hecho, los guiños entre una obra y otra de una época bien distinta se repiten. El ejemplo más evidente es la proyección de 'Las estatuas' (2018), un proyecto audiovisual de Itziar Okariz, en donde se ve a la artista frente al Friso de los Apóstoles y los muros de la Basílica de Arantzazu. Ese vídeo se exhibe muy cerca de la pequeña escultura de Oteiza, 'Apostolario de Aranzazu' (1953). Otro es 'Gaur Egun (This is CNN)' (2002), la revisión que Ibón Aranberri realizó de 'Izaro', el símbolo creado por Basterretxea para el Parlamento vasco de Vitoria. Como curiosidad, esta es la única pieza que se mantiene en su lugar respecto a la exposición anterior en el museo alavés.
En este repaso caben la Nueva Escultura Vasca, el deslumbramiento internacional de figuras como Cristina Iglesias y Esther Ferrer o las exposiciones feministas que se realizaron en los 70 y los 80. Para esta exposición, cuya apertura en Semana Santa empuja su atractivo, se ha contado con una amplia «red de colaboraciones» con cesiones de la familia Basterretxea; archivos como el de Sancho el Sabio, Peña Ganchegui e instituciones como el Bellas Artes de Bilbao y Chillida Leku.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.