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EL CORREO
Jueves, 26 de septiembre 2024, 16:59
El montaje de la cantata 'Carmina Burana', de Carl Orff, se exhibe como el triunfo más contundente de La Fura dels Baus. Estrenado hace 15 años en la Quincena Musical, lo han visto más de 350.000 espectadores, lo mismo en Taiwán, Buenos Aires, Florencia que en Múnich. El Teatro Arriaga lo acogió en 2018 y ahora vuelve más vivo que nunca, con once músicos, tres cantantes solistas y veintiséis coralistas, bajo la dirección musical de César Belda. Tampoco faltarán una 'actriz-sirena' (con una capacidad pulmorar admirable) y ocho bailarinas que, entre otras cosas, bajarán al patio de butacas para rociar a la gente con «fragancias primaverales».
Eso sí, la artillería escénica no apuntará a ningún espectador. La fuerza hipnótica y enloquecida de la sección de percusión se limitará a vigorizar un show en el que no faltarán grúas, plantas carnívoras (de atrezzo, ojo) y un cilindro de tul para envolver a todos los instrumentistas que, además, servirá de pantalla para la proyección incesante de imágenes. No se necesitan supratítulos para captar el mensaje de los poemas que estructuran la obra maestra de Orff.
Los textos, inspirados en versos de los siglos XII y XIII, alternan el alemán con el latín y el francés. Todas las estrofas tienen la impronta de los goliardos, es decir, de los clérigos vagabundos y estudiantes que correteaban por los caminos y armaban jarana en las tabernas de la Edad Media. Los apetitos irrefrenables, ya sean de comida o sexo, las alegrías de la primavera, la fugacidad de la vida... son algunos de los temas que explota la lírica goliardesca. Los poemas de 'Carmina Burana' son inconexos, sin hilo argumental, pero La Fura les da forma narrativa y hasta se permiten la licencia de arrancar con una introducción de César Belda, apoyada en versos goliardescos que Orff no aprovechó para su cantata. El espectáculo dura 90 minutos.
'Carmina Burana': Hasta el 6 de octubre, en el Teatro Arriaga. De 22 a 64 euros con descuentos.
Hay dos oportunidades de ver a Victoria Luengo en el monólogo 'Prima Facie' estos días. Primero en Ermua, el viernes, y después en Barakaldo, el sábado. Es una de esas obras de teatro en las que parece que participa mucha gente... pero hay solo una actriz en escena, una capaz de transformarse a medida que el texto lo requiere. Puede ser la abogada triunfadora, en lo alto de la ola, que cuestiona el testimonio de las víctimas porque defiende a un acusado; y puede pasar a ser la víctima, interrogada cien veces -los espectadores imaginan con poco menos que sus palabras la oficina, la casa, la sala de interrogatorios, el juzgado- sobre lo que ocurrió aquella noche que había bebido demasiado y un compañero del trabajo abusó de ella. De formar parte del sistema a sentir que ella, como mujer, jamás será parte porque la ley está hecha para dudar de quien denuncia una violación.
'PRIMA FACIE': El viernes a las 20.30 en Ermua Antzokia y el sábado a las 20.00 en Teatro Barakaldo. De 15 a 20-23 euros.
El estreno que hay programado para este sábado en la Sala BBK es una cosa seria, tan seria como el tema del suicidio infantil. Esa es la base, muy real, de 'Non dira haurrak?', con texto y dirección de Jokin Oregi para la compañía Tartean Teatroa, que esta semana se puede ver en euskera y la que viene en castellano. ¿Qué puede llevar a una niña de solo 8 años a querer quitarse la vida? ¿Qué ve a su alrededor, y qué no, para llegar a ese extremo? Esta reflexión sobre la sociedad contemporánea y cómo se crían los niños en ella se hace a través de las vivencias de Maddi, que no come, que no tiene ganas de nada, que en la escuela va de mal en peor y que no suelta prenda sobre qué le pasa.
'NON DIRA HAURRAK?': Sala BBK, sábado y domingo a las 19.30, 18 euros
Hay espacio estos días para el humor, también. Por ejemplo el de la compañía Yllana, que dirige su mirada esta vez hacia el ejército y la guerra y el sinsentido que hay detrás de tanta violencia. 'War baby' se adentra en un centro de reclutamiento militar en el que los reclutas más disparatados se preparan para un conflicto desatado por el nuevo líder del país... un bebé consentido y belicoso. Todo puede salir mal, y sobre todo puede originar la risa a base de gags visuales y desatar una gran locura que no pierde de vista la crítica.
'WAR BABY': Kultur Leioa, el viernes a las 20.30, 10 euros.
Y en Pabellón 6, de viernes a domingo, la risa sirve para encarar el racismo. El título ya dice mucho: es la típica frase que se utiliza, cuando a uno se le señala su comportamiento racista, para responder que eso es imposible porque tiene 'Muchos amigos negros'. Asier Hormaza, Ramón Ibarra y Asier Sota dan vida a los tres personajes que, tras muchas capas de corrección política, no pueden evitar demostrar sentimientos ocultos de desprecio del otro, del extranjero. El detonante es el encuentro entre dos de ellos en un bar y la aparición de un inmigrante afgano que pide ayuda para contactar con su hija. Irán desgranando recuerdos, experiencias, comentarios cotidianos en un texto escrito por Garbi Losada en clave de comedia negra.
'MUCHOS AMIGOS NEGROS': Pabellón 6, viernes y sábado a las 19.30 y domingo a las 19.00, 17 euros.
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Esta semana la danza viene de mañana. Ya el festival Dantzaldia se presentaba el martes con una pieza a mediodía y sigue su estela, el viernes, el de los Viernes Flamencos del Teatro Barakaldo. Será a las 13:30 cuando la bailaora María Moreno presente 'Verso Libre', un 'happening' flamenco en el que se muestra la fiebre por bailar en cualquier lugar y momento, con o sin motivos, siempre que acompañe la música. En este caso, la de Miguel Vargas, Raúl Cantizano y Manuel Masaedo. Sus pasos y sus notas resonarán en un espacio nada habitual: el mercado en plena actividad, introduciendo los sonidos y estímulos que genera en el propio espectáculo. Habrá otro pase a las siete de la tarde.
'VERSO LIBRE': El viernes a las 13.30 y a las 19.00 en el Mercado de Barakaldo. Gratis.
Otra cita con la danza en Barakaldo: la del público en la calle, en la Herriko Plaza, con 'Lampyris nokturna', un estreno de los coreógrafos Dani Hernández y Eneko Gil a propuesta del teatro. Toma su nombre de las luciérnagas y realiza con ellas una métafora para hablar de quienes nos iluminan y nos sostienen más allá de las luces deslumbrantes pero efímeras. Eneko Gil fue miembro fundador de Kukai y ha trabajado con coreógrafos como Cesc Gelabert, Jone San Martín, Marcos Morau y Sharon Fridman; Dani Hernández es creador escénico, bailarín y performer y actualmente es performer de la pieza 'La Carne', de Paula Quintana..
'LAMPYRIS NOKTURNA': El viernes a las 18.30 en la Herriko Plaza de Barakaldo. Gratis
Sábado y domingo, en La Fundición, son para la danza inclusiva de la compañía Vero Cendoya, que reúne en escena a los bailarines Linn Johansson y Hans Nezza con Jem Prenafeta, joven intérprete con Síndrome de Down en 'Parlem-ne'. Esta pieza de danza-teatro documento expone las dificultades de una familia con un hijo en plena adolescencia; discusiones, silencios, comentarios que se clavan, todo ello a través del movimiento.
'PARLEM-NE': La Fundición, sábado y domingo, 19.00, 14 euros.
Y el martes también hay programa doble en el Museo de Bellas Artes, en el marco del Dantzaldia. Doble e internacional, que es la seña de esta 25ª edición. Es la primera vez que puede verse en la ciudad a las dos compañías invitadas, las más recientes ganadoras (2022 y 2023) del Primer Premio del Jurado Internacional del reputado certamen canario Masdanza. Hang Tho Creative, una compañía mezcla de Vietnam y Países Bajos, parte de la base oriental del kung-fu para montar un espectáculo de danza urbana, 'False Memories', y Small Axe, griega, presenta el dúo 'Fárisa', que reflexiona sobre la necesidad de conexión humana, de la intimidad, mientras presenta a dos personajes que realizan un viaje, una peregrinación.
'FALSE MEMORIES' Y 'FÁRISA': Museo de Bellas Artes, 1 de octubre a las 18.00 horas. Gratis, previa reserva en la web del museo o en el teléfono de La Fundición.
Volvemos a Japón con el Museo Guggenheim. Tras la retrospectiva de Yayoi Kusama, la entidad repasa el trabajo de Yoshitomo Nara, artista perteneciente a una generación posterior. Hay sustanciales diferencias entre uno y otro, pero también conexiones estéticas y vitales. Ambos participan de una formación heterogénea, a caballo entre Oriente y Occidente, y un férreo compromiso social desde similares posturas progresistas.
Una primera impresión nos puede remitir al pop japonés, aparentemente 'naif' y un tanto 'kitsch'. Para evadirnos de esa primera apreciación, debemos ir a los ojos, directamente. Ellos son el eje a través del que viajar con Nara porque también es el receptáculo del cambio. Las inquietudes del autor se proyectan en esos glóbulos enormes.
Las figuras resultan sobrias, casi esquemáticas, van asumiendo la frontalidad y decantándose por un primer plano que destaca el busto de grandes proporciones. Pero es la mirada la que revela la paulatina transformación e invitamos a perseguirla pieza a pieza, aceptando el reto de descubrir ese proceso.
Al principio, las manchas sencillas y monocromas nos sugieren cierto desafío, posiblemente la impune arrogancia de la adolescencia. El interés se incrementa en la manera en que el artista introduce la influencia de la cultura europea y los ojos se convierten en lagunas polícromas, fruto del puntillismo, cubiertas por veladuras que trasmiten una tristeza intensa, a veces desbordante, quizás debida a que las muchachas han crecido, vivido y padecido.
YOSHITOMO NARA: En el Guggenheim Bilbao hasta el 3 de noviembre.
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