María Goiricelaya gana un Max por su 'Yerma' e Iñaki Rikarte es el mejor director

También el vitoriano Iñaki Rikarte, finalista en varias ocasiones como actor y director, es el mejor director de escena por 'Supernormales', la producción del Centro Dramático Nacional que aborda sin tapujos la sexualidad de las personas discapacitadas. El palmarés del teatro vasco, que acudía a la XXVI edición de los Max con un total de trece candidaturas, se completa con el premio a la labor de producción de Tanttaka y a la composición musical de Pascal Gaigne, que ganó un Goya por la banda sonora de 'Handia', para 'Eta orain zer?' de Kukai.

Dos de los espectáculos galardonados abordan lo que hasta hace poco era tabú, cómo viven el sexo las personas discapacitadas. Iñaki Rikarte dio las gracias a la autora, Esther F. Carrodeguas, «por tu valentía y por obligarnos a ser valientes a los demás». El texto «rompe tabúes a cañonazos» y él lo ha llevado a escena con un elenco de diez intérpretes con y sin diversidad funcional. También 'Sexpiertos', de Tanttaka, indaga en las diferentes discapacidades y condicionantes que tenemos a la hora de vivir el sexo. La directora, Mireia Gabilondo, aseguró que el premio es «el mejor regalo de aniversario» para la compañía guipuzcoana, que en septiembre cumplirá 40 años. «Gracias Telmo (Irureta) por tu coraje, eres la persona más valiente que conozco», le dijo emocionada al intérprete de Zumaia, que este año ha ganado un Goya y un premio Besarkada de la Unión de Actores.

La gala, que se celebró en el Gran Teatro Falla de Cádiz, encumbró como mejor espectáculo teatral 'La voluntad de creer', del autor y director argentino Pablo Messiez, que cuestiona los límites entre libertad y ficción. En danza triunfó 'La reina del Metal', de Vanesa Aibar y Enric Monfort, «coproducción de Holanda, Sevilla, Jaén y Castellón» que busca «un equilibrio imperfecto» entre el baile de inspiración flamenca y una apoteosis de percusiones. También brilló Lali Ayguadé, que se llevó dos premios -coreografía e intérprete femenina de danza- por 'Runa', el baile de una pareja sobre sus propias ruinas.

Las mejores interpretaciones se basan en historias reales. Pere Arquillué es el mejor actor por 'L'adversari', adaptación de la novela de Emmanuel Carrère sobre Jean-Claude Romand, que asesinó a su familia cuando estaba a punto de ser descubierto tras veinte años de engaños. Y Marina Salas y Marta Nieto ganaron el premio 'ex aequo', quizá por primera vez, por dar vida a la periodista mexicana Lydia Cacho en 'La infamia', que cuenta su secuestro en clave de 'road movie' teatral.

La mejor autoría fue para la compañía valenciana Pont Flotant por su manera de abordar la muerte en 'Eclipse total'. Con un palmarés muy repartido, destacaron los dos premios a 'Cucaracha con paisaje de fondo': mejor espectáculo revelación y autoría revelación para Javier Ballesteros, que dio las gracias «a las salas alternativas. Sin vosotros no existiríamos», aseguró. Esta obra que les ha llevado cinco años de trabajo, ambientada en un balneario para mujeres estériles, llegará por fin en mayo a Madrid.

Tricicle puso a todo el teatro en pie al recoger el Max de Honor por sus 40 años de humor «gestual y universal». Paco Mir mandó dos mensajes a la gente que empieza: «No es tan difícil, solo hace falta constancia y un poquito de suerte» y «una carrera de éxito no te arregla la vida para nada, los teatros públicos siguen sin llamarte... y eso es bueno porque no te puedes dormir en los laureles». Antonio Onetti, presidente de la SGAE, felicitó a la Academia de las Artes Escénicas por la organización de los Premios Talía que han acabado con 25 ediciones de reinado en solitario de los Max, espantando así el fantasma de la rivalidad entre ambos. En este primer año de convivencia, apenas han coincidido en las nominaciones. Los Talía han apostado por nombres consagrados y los Max ponen más el foco lejos de las grandes capitales.