María Elorza junto a un mural con cigarreras, a las que homenajea en su película. Iñigo Arizmendi

María Elorza canta a los libros y a las mujeres

La directora bucea en la memoria de cuatro veteranas letraheridas a través de sus bibliotecas en 'A los libros y las mujeres canto', un artefacto juguetón salpicado de humor que llega a los cines este mes

Martes, 18 de abril 2023, 15:52

«Los libros que escogemos dibujan nuestra verdadera genealogía», se escucha en el primer largometraje de María Elorza (Vitoria, 1988), que llega a los cines el 21 de abril (en Bilbao lo hará el 25). Somos lo que hemos leído, así que bucear en la ... biblioteca de alguien es una buena manera de conocerlo. En 'A los libros y las mujeres canto', la directora trastea entre los libros de cuatro mujeres maduras, cultas y de izquierdas, incluida su propia madre, Tonina Deias, exprofesora de Literatura en la Facultad de Letras de Vitoria. El resultado es un paseo por la memoria y una reivindicación del valor sanador y formativo de la lectura. Por algo al final del escueto metraje de poco más de una hora (76 minutos) se guarda un minuto de silencio por todas las bibliotecas calcinadas, de Alejandría a Sarajevo.

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Tráiler de 'A los libros y las mujeres canto'.

Estrenada en la sección Nuevos Directores del Festival de San Sebastián, donde se alzó con el Premio de la Juventud y una mención especial del Premio al Cine Vasco, 'A los libros y las mujeres canto' es un artefacto juguetón y trufado de humor, que combina los testimonios de sus cuatro protagonistas con fragmentos de clásicos del cine, imágenes rodadas por la realizadora como si fuera (falso) material de archivo, animaciones, música deliciosa y citas cultas. Así, Borges, Rilke y Epicuro se dan la mano con Chaplin en 'Luces de la ciudad', Marlon Brando en 'El último tango en París, Buñuel en 'Un perro andaluz' y, cómo no, 'Fahrenheit 451', el alegato contra el totalitarismo analfabetizador firmado por Truffaut a partir de la novela de Ray Bradbury. «Yo siento el cine como una herramienta para preservar lo que me gusta de la vida», justifica María Elorza, que, a semejanza de Jonás Trueba, mete en sus películas aquello que le hace feliz.

Suenan Bach y la 'Carmen' de Bizet y conocemos a Loreto Casado, traductora, editora y profesora de Literatura, cuyo padre le puso el nombre de la patrona de los aviadores porque no le dejaron bautizarla Avioneta. Todo un personaje, viajera, chispeante y excéntrica, que se prueba su «gabardina Marlene Dietrich, la falda Sade o el abrigo Beckett». También está Waltraud Kirste, que a mediados de los 60 conoció a un exiliado vasco en París con el que acabaría viviendo en Donosti y haciéndose especialista en Goethe. Y la doctora Viki Claramunt, otra letraherida que en su pasado marxista-leninista convirtió el asiento trasero de su coche en una biblioteca ambulante e imprimía panfletos con una ciclostil en las cocinas de familias obreras. Hoy abomina de que Amazon esté acabando con el comercio en las ciudades.

La madre de María Elorza, Tonina Deias, y su hermana Anne Elorza en Herculano.

'A los libros y mujeres canto' responde desde su título a los primeros versos de la 'Eneida' de Virgilio: «Canto las armas y a ese hombre que de las costas de Troya llegó a Italia prófugo». María Elorza, afincada en San Sebastián junto a su familia desde los ocho años, comenzó a escribir el guion cuando a su madre se le cayeron unas estanterías encima. Resultado: luxación en un dedo y un ejemplar de 'La divina comedia', de Dante, partido por la mitad. Después, «siguiendo la broma», contactó con las amigas de su ama, también 'amenazadas' por los libros. «Se trata de hablar de literatura y reivindicar los libros, pero también de que el espectador conecte con esos personajes y hacerles un homenaje», explica la directora. «Les tengo mucho cariño y han tenido cierto peso en mi formación».

María Elorza retrata a mujeres «que siguen practicando la literatura» en unos tiempos en los que la gente ya casi no tiene libros en casa. «La librería de uno le retrata de manera certera si tenemos en cuenta qué libros se quedan y cuáles tiras. Qué conservamos para leer en el futuro, cómo disponemos los libros, cuáles pones a la vista... Yo, por ejemplo, siempre dejo huecos para los que quedan por venir», descubre María Elorza. Su película recuerda el 'Bibliocausto' nazi y viaja hasta Herculano, en la Campania italiana, donde se conserva la única biblioteca de la Antigüedad que ha llegado hasta hoy. También cuenta que a las cigarreras cubanas les gustaba tanto que les leyeran 'El conde de Montecristo' mientras trabajaban que así se acabó bautizando al mítico habano.

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Hablada en italiano, castellano y japonés, 'A los libros y las mujeres canto' homenajea a una generación comprometida políticamente, para la que los libros eran tan esenciales como la comida. «Ellas nos dicen mucho de cómo somos nosotros», apunta la cineasta. «Siento envidia y admiración por una generación que tuvo mucha sed de leer al haber crecido en una dictadura». Grandes temas que el filme aborda desde la sonrisa. «Quería hablar de la literatura pero no para unos pocos, sin resultar pedante. El espíritu de las protagonistas es juguetón, disfrutan de la literatura y eso tenía que transmitirlo, la alegría de vivir y la alegría de leer».

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