![Maestro del idioma y ardiente polemista](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201904/02/media/cortadas/feriosio1-kfII-U701066785661d4E-624x385@El%20Correo.jpg)
![Maestro del idioma y ardiente polemista](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201904/02/media/cortadas/feriosio1-kfII-U701066785661d4E-624x385@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Si alguien se merecía la catalogación de monumento literario viviente ese era Rafael Sánchez Ferlosio. Cumplía varios requisitos para merecer semejante título, como haber escrito una novela inolvidable para sus lectores, 'El Jarama' -que él aborrecía-, haber influido en varias generaciones de escritores, incluidos ... los ensayistas, ser el maestro más fino en el empleo del español y haber tenido una vida rica en acontecimientos, como el premio Cervantes de 2004.
Hijo de Rafael Sánchez Mazas, destacado miembro del 'establishment' franquista, marido de Carmen Martín Gaite y hermano del cantautor Chicho Sánchez Ferlosio, mito del antifranquismo, murió ayer en Madrid a los 91 años. Había nacido en Roma en 1927, cuando su padre ejercía como corresponsal de 'Abc' en la Italia de Mussolini. Estudió en el internado jesuita de Villafranca de los Barros, en Badajoz, y empezó Arquitectura aunque terminó cursando Filología Semítica, disciplina en la que se doctoró.
Mientras estudiaba en la Complutense de Madrid conoció a Martín Gaite, la autora de 'Entre visillos' y filóloga como él, con la que se casó en 1950. Tuvieron dos hijos, Miguel, que murió de meningitis a los dos años; y Marta, traductora al español de Rudyard Kipling, que falleció en 1985 a los 29 años a causa del sida. Posteriormente, el autor contrajo matrimonio con Demetria Chamorro Corbacho, con la que tuvo otra hija.
Su maduración intelectual ocurrió en esa década, la de los cincuenta. Alternaba el círculo literario de Ignacio y Josefina Aldecoa, Jesús Fernández Santos y la propia Martín Gaite con el grupo de filósofos y lingüistas formado por Agustín García Calvo, Carlos Piera y Víctor Sánchez Zavala.
Su vida intelectual transcurrió por la dos vertientes, por la literaria y por la más reflexiva y ensayística, y además por orden cronológico. En 1951 publicó 'Alfanhuí', novela picaresca en la que el chico que da título al libro viaja de Guadalajara a Palencia para ir a casa de su abuela. De esta obra con maestros taxidermistas y un gigante en un bosque rojo, próxima al realismo mágico, sí se sentía orgulloso, al contrario de la que le abrió un hueco en la historia de la literatura española, 'El Jarama'. Nítido ejemplo de novelista existencialista, con ella ganó el Nadal en 1955. Años más tarde, su autor pensaba que era «un tostón».
Tenía 27 años cuando ganó el premio y, con él, la fama internacional. Críticos de 'El Jarama' ha habido muchos, la mayoría con una sola idea. Insisten en que en la novela no pasa nada. Lo cierto es que reflejaba con precisión los deseos y las frustraciones de la juventud de aquella época y que en la fecha de su publicación conectaba con las corrientes literarias que veían la vida como un insoportable absurdo.
Típico de su carácter, Sánchez Ferlosio se metió en sí mismo y le costó salir. Se había cansado pronto de la literatura y todo el mundo le hablaba de ella. Su mujer lo insinuó en algunas entrevistas después de su separación. Le dejó a ella con su hija y él se desentendió de las cuestiones mundanas y domésticas. Cuando murió Marta como consecuencia de su adicción a la heroína, vistió corbata negra durante muchos años.
Salvo la publicación de algunos relatos, habría que esperar hasta 'El testimonio de Yarfoz', de 1986, para poder leer su siguiente obra literaria. En el otro sentido, los ensayos iban creciendo. Y no sólo aquellos que tenían que ver con la literatura, como 'Las semanas en el jardín' (1974), sino los que tocaban cualquier cosa. Desde los espectáculos deportivos y la misma práctica del deporte, que para el autor fomentaba una competitividad absurda, hasta los significados del dinero, todo fue pasando por la pluma de Sánchez Ferlosio. Lo prueban los cuatro gruesos volúmenes que recogen sus variadas aportaciones a la que denominó 'polemología'.
La izquierda intelectual de las generaciones siguientes adoró al autor, a pesar de que sus opiniones sobre, por ejemplo, el matrimonio gay no estaban dentro de la ortodoxia. Le parecía estupenda la convivencia conyugal entre personas del mismo sexo, pero que les echasen arroz después de haber pasado por el juzgado le horrorizaba.
No había tema que se le resistiera. De Cataluña a la corrupción y las derivas del capitalismo, de lo que él percibía como un bajón en el nivel educativo hasta su simpatía por la comunista y luego socialista Rosa Aguilar y por el conservador José Manuel García-Margallo: sólo había que preguntarle y él era rápido disparando. «Leo los periódicos y me desespera lo que pasa», soltaba en una entrevista a este diario en 2013. Antes ya había confesado que llevaba más de una década indignado. A decir por su constancia, podía deducirse que estar cabreado le hacía sentirse vivo.
Contaba cómo José Antonio Primo de Rivera jugaba con él de niño y nunca ocultó su consumo de anfetaminas. Su padre ya fue un brioso escritor, un prosista impecable, y él heredó el talento y subió el arte familiar un peldaño más. Se ganó el respeto de todos y se les escuchaba aunque fuera por curiosidad. La forma que tenía de decir las cosas resultaba siempre interesante.
Una página suya vale más que mil de otros y, con independencia del tema, su portentosa escritura le convirtió en un clásico muy pronto. Con una sintaxis prodigiosa y clásica, leer un par de párrafos de Sánchez Ferlosio ilumina y mejora el día.
José Guirao | Ministro de Cultura
«Perdemos a un personaje único de la literatura española, incisivo y siempre inteligente»
Rosa Regás | Escritora
«Cada vez hay menos sabios. La persona queno haya leído 'El Jarama' debería hacerlo»
Fernando Savater | Filósofo
«La originalidad de su pensamiento, por desgracia, no traspasó fronteras. Creo que porque es muy difícil de traducir»
Luis Mateo Díez | Escritor
«Se va un gran maestro, una voz original, muy personal y libre. Un autor de muy difícil herencia»
Miguel Ángel Aguilar | Periodista
«Es con diferencia el tipo que ha estudiado con más profundidad las cuestiones lingüísticas en España»
Alfredo J. Ramos | Periodista y escritor
«Miraba con lupa la actualidad y era muy minucioso. Creo que su baúl de obras inéditas será como el de Pessoa»
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.