Loles León se cuenta y se canta en el Campos

'Una noche con ella', que estará en el Teatro Campos desde el jueves hasta el domingo, «refleja muy bien lo que he vivido», asegura, pese a que no hay que creerse absolutamente todo lo que en la obra se cuenta y se canta. «Juan Luis dice que tiene un 80% de verdad y un 20% de ficción, pero yo diría que es más bien un 60-40. Muchas cosas son ficción. Qué más da, me refleja. Es el público el que tiene que adivinar lo que es verdad», reta.

Lo importante es que, desde su infancia hasta la actualidad, Loles León va desgranando momentos y anécdotas con el único fin de «entretener, divertir, a más no se puede aspirar hoy», se ríe. Ni siquiera pretende que los espectadores sepan más o menos de ella, o que la conozcan un poco más. «Tal y como está todo, yo lo único que quiero es que la gente venga a pasarlo bien una hora y media y que deje de pensar en los problemas. Que se transporte, eso es. Y lo conseguimos», dice recordando que hasta ahora han ido llenando salas y recibiendo muchos aplausos y buenas críticas. Habrá ratos de emoción, otros de absurdo, otros graciosos y otros directamente cómicos, explica. Y música, claro, que ha estado muy presente en su vida. «Hay siete canciones; algunas son nuevas y otras rescatadas».

La 'r' de rescate bien podría añadirla al mantra de la protección del medio ambiente, que asegura que rige también esta «pequeña» producción en la que se sube a escena con dos actores-bailarines «buenísimos que no veas qué saltos pegan, oye» y un pianista (y a la que le gustaría «añadir más música, más gente, más todo, pero ahora no se puede»). Reducir, reutilizar, reciclar, rescatar. «Lo mismo que hemos reutilizado muchas cosas de mí, hemos reciclado el vestuario. Es mío y las mujeres de la ONG APRAM, rescatadas víctimas de la trata, se han encargado de coserlo para 'Una noche con ella'. Esto es muy importante, ponlo».

- ¿De pequeña usted también decía en casa lo de quiero ser artista?

- Ay, no, me vino dado. Yo no lo elegí, fue mi padre. Yo estaba más por jugar. En la adolescencia lo dejas un poco de lado... pero luego vas volviendo al teatro.

- ¿Por qué? ¿Qué es el teatro para usted?

- Te sirve para vivir. Es un arte vivo, en el que no existe el pirateo. Aprendes, es cultura, son historias que merece la pena escuchar. Y es el reflejo de tu vida. Te hace recapacitar, vibrar, ver más claro... Y da para mucho más.