Stephen King presenta su libro sobre el covid con un debate pendiente: ¿debe recibir el Nobel?

'Holly' toma el título de su personaje Holly Gibney, una detective que ya apareció en 'Mr. Mercedes'. Según los avances que se han difundido en Estados Unidos, la obra se desarrolla durante el confinamiento adoptado para hacer frente al covid y en el telón de fondo aparecen todas las polémicas vinculadas con las vacunas y las medidas políticas para hacer frente a la pandemia. Pero la trama principal está relacionada con unos octogenarios asesinos en serie que viven y trabajan en una universidad. King ya ha advertido que este libro tiene algunas escenas muy explícitas.

La crítica norteamericana también ha señalado que, como sucedió en 'Misery', todo lo que tiene que ver con la escritura y el proceso creativo está muy presente en el libro. La idea para crear 'Holly' se le ocurrió a King a partir de la imagen de una mujer que tenía que asistir al funeral de su madre por Zoom a causa del encierro decretado por la pandemia.

King vuelve a apostar por uno de los personajes femeninos más fuertes de sus últimos libros: Holly Gibney. Esta mujer, problemática, acomplejada y en el espectro autista, apareció por primera vez en 'Mr. Mercedes', una perturbadora novela negra de King en la que el protagonista era el expolicía Bill Hodges. Tras formar parte de la trilogía dedicada a este agente de orden retirado, Holly Gibney reapareció en 'El visitante' y en la novela corta 'La sangre manda'.

En televisión, Holly Gibney es uno de los principales personajes de la versión de 'El visitante' llevada a la pantalla por HBO. Para esta producción televisiva, los productores reinventaron el personaje con el beneplácito de Stephen King, que aceptó todos los cambios propuestos -se exageraron los trastornos de Holly- excepto que se le cambiase el nombre.

King no rechaza en su texto todos los debates que se han producido en Estados Unidos -y en el mundo- sobre las vacunas contra el covid, el confinamiento o la forma en la que Donald Trump gestionó la pandemia. Los personajes de 'Holly', por ejemplo, se definen en función de la vacuna que les han inoculado y se saludan con el codo, tal y como sucedía durante los momentos más duros de la expansión del virus. Asimismo, en el trasfondo de la historia aparece el asalto al Capitolio llevado a cabo por los seguidores de Trump, y de grupos ultra como Quanon o los Proud Boys. King ha vertido en el libro todas sus preocupaciones políticas.

Hoy en día, King sigue militando contra todos los negacionistas y contra una corriente muy importante del partido republicano que cree en las teorías conspiranoicas según las cuales la pandemia sirvió para instalar un nuevo orden mundial. En X, antes llamado Twitter, King es uno de los grandes perseguidores de estos personajes.

Stephen King se ha convertido en uno de los mayores detractores de Donald Trump en Estados Unidos y ese punto de vista aparece en el libro. Hace un mes, el escritor escribía en X: «Trump no se preocupa por ti. No se preocupa por su base. No se preocupa por Estados Unidos. Solo se preocupa por Trump».

En noviembre de 2020, tras la derrota del multimillonario, escribió: «Perdiste, miserable e infantil cabrón. Resígnate y vete al infierno». King ha apoyado a Joe Biden. Trump le bloqueó en Twitter -cuando esta plataforma todavía no había cambiado de nombre- y luego King haría lo mismo con el presidente.

Cada vez que King publica un nuevo libro, alguno de sus fans saca a la luz el debate que enciende a su infinita corte de seguidores. King ha vendido más de 500 millones de ejemplares en el mundo. ¿Cómo es posible que todavía no tenga el premio Nobel? Esta petición -o deseo- es una forma de reprochar al mundo literario que la crítica no bendiga una obra con millones de seguidores en el planeta, que ha tocado temas como el bullying antes incluso de que esta palabra existiera y que ha realizado profundas reflexiones sobre la literatura. Estos son algunos de sus puntos de vista.

1974. Ese año se produjo el gran éxito de King con 'Carrie'. Esta obra está inmersa en la cultura popular de forma indeleble. Su trama, además, es una de las primeras en enfocar el tema del abuso de una alumna por parte de sus compañeras de clase, en lo que sería la primera referencia literaria a un problema ahora detectado como es el bullying. Sería una muestra más de la capacidad del autor para analizar la realidad y predecir los dramas del futuro.

Steinbeck. El norteamericano John Steinbeck ganó el premio Nobel en 1962 tras haberse convertido en el gran cronista de la Depresión de Estados Unidos. Para los fans de King, su héroe ha narrado la historia reciente de su país como ningún otro escritor. Lo cierto es que este autor de terror ha establecido una narrativa que tiene trasfondo la realidad de EEUU y todos sus problemas, desde la crisis económica de los 70 o de la primera década del siglo XXI, hasta la conmoción por la guerra de Vietnam o la muerte de Kennedy.

Creando lectores. Otro de los atributos que le asignan a King es el de haber atraído al mundo de la lectura a millones de personas, en especial jóvenes. Algo parecido a lo que hizo J.K. Rowling con Harry Potter. Ambos autores son un ejemplo de cómo conseguir que en el mundo digital y tiktokero, los jóvenes traspasen el umbral de una librería.

Su profundidad. King tiene dos libros que demuestran que es algo más que un escritor de terror. El primero de ellos es 'Danza macabra', un libro de 1981 en el que analiza el género y todo lo que ha supuesto para la ficción moderna y la cultura popular. Es un análisis indispensable para conocer por qué el miedo forma parte de los patrones sociales. La segunda obra es 'Mientras escribo'. Este texto es una de las autobiografías más descarnadas que se pueden leer, en la que King no oculta sus problemas con las drogas o lo que supuso ser el hijo de una madre soltera. Pero además, el autor crea un manual para escritores en el que reflexiona sobre todo el proceso literario.

King se refirió al premio Nobel cuando lo recibió el cantautor norteamericano Bob Dylan. Según ha narrado el maestro del terror, Dylan ha sido una pieza clave en su carrera desde que lo escuchó con catorce años en la radio de un coche, tras salir del cine. King defendió que se le diera el Nobel al cantautor por la capacidad inspiradora que han tenido sus canciones y sus letras a lo largo de varias generaciones y atribuyó las críticas que recibió el cantante a las envidias de otros literatos. El besteseller suizo Joël Dicker intervino en esta discusión de una forma tajante: «La academia haría más por la literatura dándole el Nobel a Stephen King en vez de a Bob Dylan».