«La principal barrera para no publicar un libro es el temor a que no tu historia no interese»

– A menudo se dice de que publicar un libro es como parir. Me da que el simil no es muy acertado.

– Andrea Abáigar: Nada que ver (risas).

– Laura Alzola: No tiene nada que ver y quien lo diga no ha vivido un parto ni la transformación que supone en la vida de uno. Un libro lo escribes, se publica y recibes el 'feedback', no hay más.

– Ambas debutan y Abáigar firmó ejemplares el miércoles. ¿Cómo fue la recepción?

– A. A.: Ha ido sorprendentemente bien. Lo saqué con miedo porque ponía el ojo crítico sobre una maternidad sobre la que la gente no habla. Es crítico, divertido y a la gente le está gustando porque se siente identificada y me dice que lo que yo he vivido lo han vivido.

– Alzola, ¿también le ha pasado que gente le contaba historias con algún parecido a la suya?

– L. A.: Todavía no he hecho la presentación (la firma de libros tiene lugar mañana, a la 13.00 horas), pero sí que a través de redes sociales hay quien me dice que en sus familias hay historias que han investigado familiares y sobre las que hablan muy poco. Los lectores tienen sus propias historias y sus propias preguntas. Se agradece ese 'feedback' porque una de las cosas que más frenan a la hora de escribir un libro de no-ficción es si lo que vas a contar le va a interesar a alguien más. Creo que esa es la principal barrera.

– A. A.: Yo también me preguntaba si lo que sentía y escribía le iba a interesar a la gente o si me iban a decir que el tema de la maternidad es intocable. Tenía miedo porque pensaba que podía doler a otras personas. Lo que ha ocurrido es lo contrario, hay mujeres que me cuentan sus historias. De repente, el libro se ha abierto a un mundo mucho más amplio.

– ¿Escribir os ha servido como desahogo?

– A. A.: En mi caso sí, sale desde las entrañas, escribí desde ahí para poder superar una depresión.

–L. A.: En el mío ha sido más un ejercicio de contención. Al ser una historia que cuenta la vida de mis abuelos y de mi familia, tenía mucho miedo a faltarles el respeto. Me he expuesto menos.

– Da la sensación de que surgen cada vez más títulos en torno a una maternidad nada idílica como 'Meteorito', de Amaia Arrazola.

– L. A.: Desde que soy madre no tengo demasiado tiempo para leer libros, pero creo que es un tema que se está visibilizando cada vez más y antes se había mantenido en las casas.

– A. A.: Estamos luchando mucho contra esa visión de la maternidad maravillosa que no existe.

– Uno de los libros más vendidos es 'La Bestia' (Planeta). ¿Cómo les sentó conocer que tras Carmen Mola hubiera tres guionistas?

– A. A.: Como una patada en el culo. Ha habido muchas mujeres anónimas, que han tenido que recurrir al seudónimo de chico, incluso J.K. Rowling utilizó iniciales para poder sacar sus libros. Me pareció una burla a todas las escritoras.

– L. A.: Y también una burla a los periodistas. Simpatizo con quienes se sintieron engañados por la editorial creyendo que habían entrevistado a Carmen Mola. Me parece de mal gusto y poco ético utilizar un seudónimo de mujer cuando ellas han tenido que hacerse un hueco a lo largo de la Historia utilizando seudónimos de hombres.

– ¿Qué lecturas tienen pendientes?

– A. A.: He descubierto a Marta Lobo, una escritora vitoriana que tengo muchas ganas de leer.

– L. A.: Yo tengo pendiente 'Detendrá mi río', de Virginia Mendoza.