Retraro de Manuel Machado. E. C.

Manuel Machado, poeta desdeñado y auténtico

En la sombra. ·

Se cumplen 150 años del nacimiento de un autor de valía que en sus últimos años se puso al serviciode la propaganda franquista

Miércoles, 28 de agosto 2024, 18:22

Manuel Machado, de cuyo nacimiento se cumplen este jueves 150 años, fue un poeta auténtico y rico, pero también desdeñado. Miembro de la Generación del 98, su imagen de mero imitador del folclore camufla y encubre un gran dominio creativo e innovador. Además del poeta ... del «cante hondo», hay en él un refinado parisiense, unas veces modernista ('Museo'), en sus mejores momentos próximo a Paul Verlaine ('El mal poema'), con su tono bohemio y coloquial, y, cuando fusiona esta influencia con la gracia andaluza, muy cercano a Hispanoamérica y Rubén Darío. Realismo roto, lírico y cuyo aparente abandono oculta un producto medido y reflexionado.

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Atraído, al igual que su hermano Antonio, por el romancero y el teatro clásico español, se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en la Universidad de Sevilla. Antes de terminar su licenciatura en Filosofía y Letras en 1897, colabora en el almanaque de 'Don Quijote' y en la revista 'La Caricatura' y publica con otros autores los poemarios 'Tristes y alegres' (1894) y 'Versos' (1895), con influencias clásicas, posrománticas y populares andaluzas. En 1899 viaja a París para trabajar como traductor en la editorial Garnier y codearse con la bohemia, la literatura y el arte, con el simbolismo y con escritores como Baroja, Gide, Moréas, Darío e incluso Oscar Wilde.

De su estancia parisina nace y se consolida su principal labor poética, aderezada por el modernismo que le empapa al volver de la capital francesa. De la fusión entre la poética simbolista, el proceso modernista y la tradición popular nace 'Alma' (1902), obra fundamental en la tradición hispánica moderna donde explora su interioridad anímica y su identidad lírica utilizando símbolos y motivos finiseculares como el dandismo, la decadencia, lo onírico, lo mítico y lo legendario. Así se manifiesta en poemas célebres como 'Adelfos', 'Antífona', 'Cantares', 'Castilla' y 'Felipe IV'.

Contra Echegaray

Viaja a París, Bélgica y Londres, sigue escribiendo y en 1905 participa en la crisis de los intelectuales revisionistas que protestan contra Echegaray y el gobierno de Montero Ríos; y germina el libro 'Caprichos' (1905), que alcanzó forma definitiva en 1924, cuya estética emanada de la eclosión modernista supera lo ensayado en 'Alma' y abre nuevas vías expresivas con poemas más sencillos, leves y de menor inflexión lúdica.

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Colabora en la revista modernista 'Renacimiento', firma la traducción de una antología lírica de Verlaine y en 1909, tras pasar otra temporada en París trabajando para Garnier y vivir la Semana Trágica en Barcelona, edita 'El mal poema', donde rompe con la poética simbolista y modernista y se embarca en una poesía de lo cotidiano, moderna, prosaica y urbana.

Los hermanos Machado, en el estreno de 'La Lola se va a los puertos'. E. C.

Adherido a la causa de los aliados en la Primera Guerra Mundial, destaca en este período el libro 'Sevilla y otros poemas' (1918). Corresponsal en París tras la contienda, participa en la fundación del periódico 'Libertad', se dedica al teatro junto con su hermano y José López y abandona temporalmente la poesía. Escriben obras originales como 'La Lola se va a los puertos' (1929) o 'La duquesa de Benamejí' (1932).

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Quien compuso en 1931 un 'Himno rural a la República Española' y firmó en 1934 un manifiesto de intelectuales 'Contra el terror nazi', fue sorprendido por la Guerra Civil en Burgos. Encarcelado por desafecto y republicano, se transformó en un defensor del alzamiento y se puso al servicio de la Oficina de Prensa y Propaganda del Estado franquista. Desde entonces hasta su muerte, el 19 de enero de 1947, su producción literaria pierde empaque y categoría y justifica, para algunos, que sea un poeta olvidado. El rapsoda hedonista, vividor y mujeriego, culto y de gran valía intelectual, es hoy un autor arrinconado, al que se considera menor cuando la agilidad, expresividad y fluidez de sus versos desmienten una injusticia que lo ha condenado a las sombras de la literatura española.

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