Los libreros vascos confían en reabrir a mediados de mayo

«Sí, el Día del Libro es una locura en Cataluña. Ahora han decidido trasladar la celebración, desde un punto de vista comercial, al 23 de julio. Y todos seguiremos el ejemplo. Aunque, ojo, para entonces todavía habrá que seguir tomando medidas de protección para evitar el contagio... Tardará en volver la normalidad», advierte Kepa Torrealdai, presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, además de gerente de la librería Elkar en el Casco Viejo. Hace poco les llegaron los protocolos que aplica el gremio en Alemania -donde se abrieron las librerías el lunes- y reconoce que todavía están asimilando la información.

No porque sea complicada sino por lo mucho que cambiarán los hábitos y relaciones sociales en un espacio que hasta ahora se prestaba al tranquilo deambular y al manoseo de portadas y páginas. Un placer al que muchas veces se suma la complicidad y charla con ese dependiente, siempre hay uno, que conoce nuestros gustos y suministra material de primera. «Ahora habrá que controlar el aforo, llevar mascarilla y guantes, tener gel desinfectante a mano y colocar mamparas». El regreso al tajo será duro. Se prevé que muy probablemente, a mediados de mayo, en cuanto se ponga fin al confinamiento, las librerías serán de los primeros comercios locales en subir la persiana.

Tras dos meses de gastos y ningún ingreso, inmersos en un ERTE que todavía no han cobrado, les tocará ponerse en marcha. Serán la avanzadilla del grueso del mercado laboral. Una misión que les hace sentir «como conejillos de Indias». Así lo percibe al menos Javier Cámara, heredero de una estirpe que lleva el orgullo librero por bandera. Sociólogo de formación, lleva las riendas de la librería Cámara, la más antigua de Bilbao, fundada en 1927. «Tirarse al hoyo no es una opción pero... ¡vaya panorama! Vamos a volver con horarios reducidos, una clientela reducida, una movilidad reducida y... ¡los mismos gastos! Ahora mismo, sinceramente, yo no veo salida», constata sin tapujos.

Un análisis que no le lleva a claudicar porque intuye un golpe de timón, «algo revolucionario» que llegará más pronto que tarde. Y todo por la sencilla razón de que «en esta situación no se salva nadie, y eso al final tiene que llevar a un cambio en las reglas del juego». Eso sí, hasta que cambien las tornas socioeconómicas (no se sabe en qué dirección), todo apunta a que se cerrarán muchas librerías. Se calcula que este año venderán un 30% menos en Euskadi, es decir, perderán en torno a 12.250.000 euros (de los que 3.200.000 euros corresponden al libro en euskera).

La crisis no ha hecho más que empezar y todas las ayudas económicas o fiscales que pueda conceder el Gobierno vasco serán bienvenidas. Ahora bien, más allá del apoyo de las instituciones públicas, todos los libreros tienen algo muy claro: «La fidelidad de los clientes es el clavo ardiente al que aferrarse, lo que realmente nos ayudará a salir adelante».

Fernando Tarancón, que lleva 25 años al frente de 'Joker', el paraíso de los amantes del cómic, se mantiene estos días, como siempre, muy activo en las plataformas online y redes sociales. Hoy mismo participará en una mesa redonda que organiza el Salón del Cómic de Barcelona. Y no para de recibir mensajes. «La mayoría, gente que nos anima y echa de menos. Nos esperan años muy duros y no sé qué sucederá. Solo puedo decir que conozco las preferencias y hasta el nombre de más de 200 personas que vienen a 'Joker' y espero seguir viéndolas. O mandándoles a casa lo que compren desde la web». Tomen nota.