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CÉSAR COCA
Domingo, 27 de noviembre 2022, 01:01
Esta historia gira en torno al juego, como indica su título, pero también hay algunas alegorías que lo trascienden. Los personajes principales son cinco: por un lado, un tipo que aspira a organizar una gran partida de cartas de la que sacar una gran tajada ... que aumente su no pequeño capital; su amante, que no es precisamente un amor desinteresado lo que la mueve; y el chófer-guardaespaldas, un boxeador retirado con más pasado que presente. Por otro, un joven extraordinariamente dotado para el juego que decide dejar sus estudios cuando descubre que se hará rico y vivirá aventuras más estimulantes en los casinos que en los consultorios; y un tipo de quien lo primero que sabemos es que le queda muy poco de vida.
A partir de ahí, a través de una caracterización de los personajes directa y eficaz y una voz narrativa que a veces los sigue y otras deja que el lector imagine lo que están haciendo, Perea construye un relato rápido, casi nervioso por momentos, con un aire claramente cinematográfico.
El autor ha sido periodista muchos años y sabe que hay varias leyes de cumplimiento obligado en ese mundo: no se puede ser cursi ni pedante y por supuesto está prohibido aburrir. Perea lo cumple escrupulosamente: las descripciones son las justas, las explicaciones acerca de unas pocas cuestiones digamos técnicas se reducen a lo preciso para entender lo que sucede y el ritmo no decae mediante una estructura de capítulos a veces muy cortos con continos cambios de personajes.
El azar tiene leyes, como la literatura de acción. Se comprueba en esta novela.
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