El legado que deja Alberto Corazón a la literatura euskaldun

La presencia del diseñador gráfico Alberto Corazón, fallecido el miércoles a los 79 años, no se ha olvidado en el mundo de las letras vascas. Fue el responsable del diseño de las portadas de la editorial vasca Lur en su etapa en Donostia. Su antecedente fue la empresa Equipo Editorial, una olvidada iniciativa en la que participaban Enrique Villar, José Antonio Aguirre Elustondo, Victor Suinaga y Luis Núñez. Publicaron 'Paradiso' de Lezama Lima, edición que fue retirada y por la que sufrieron una fuerte pérdida económica, así como el 'Diario del Ché'.

Corazón ya colaboraba con ellos. Pero en 1969 Villar consiguió un capital con la venta de un manual de lectura rápida y decidió crear una editorial dirigida a publicar libros en euskara. Así nació Lur, que se enriqueció con la presencia de escritores punteros de la nueva literatura vasca como Ramon Saizarbitoria, Arantxa Urretabizkaia e Ibon Sarasola.

Según el profesor de la Facultad de Bellas Artes José Antonio Morlesín, «las cubiertas de Alberto Corazón son especialmente llamativas gracias a la utilización de colores planos y saturados, a una tipografía de trazos gruesos y a la síntesis gráfica presente en las ilustraciones».

Corazón ofreció una imagen contemporánea y rompedora en su trabajo como diseñador en Lur. En la portada de un libro de Anjel Lertxundi utilizó un grabado de M.C. Escher, uno de sus mundos imposibles donde una bandada de patos se convierte en un banco de peces. Era un guiño a la ficción que sustentaba el libro de Lertxundi, una colección de relatos. Pero su ironía más recordada surgió con la primera novela de Ramon Saizarbitoria, 'Egunero hasten delako' (1969), recientemente traducida al castellano. Para esta novela cuyo tema central es la legalización del aborto utilizó, según vio Mikel Hernández Abaitua, un retrato de Bernadette Soubirous, la vidente de la Virgen de Lourdes, canonizada en 1933. El detalle le supuso a Saizarbitoria, años después, un serio encontronazo con el escritor católico José Arteche.

No todas sus portadas eran aceptadas. A Xabier Kintana no le gustó una que Corazón hizo para uno de sus libros, y el diseñador tuvo que realizar una nueva imagen. Con el tiempo, propuso portadas solo con letras, para las que hizo un diseño especial. Con su talento, acompañó a las mejores obras de la renovación literaria de los años 70. Y cuando la librería donostiarra Lagun cambió de ubicación tras varios ataques radicales, obsequió a sus propietarios con el logotipo que la identifica desde entonces.