Gonzalo Iribarnegaray, en una imagen captada durante su viaje a Namibia. s. gómez

Gonzalo Iribarnegaray, el viajero inquieto

Presentan 'Más allá del mar', la segunda novela del autor getxotarra, fallecido en noviembre, que recorría el mundo para contar historias

Viernes, 14 de mayo 2021, 01:34

Inquieto, curioso y con ganas de ver qué hay en el mundo fuera de su pequeño pueblo costero. Así es Aimar, el protagonista de 'Más allá del mar' (Ediciones B), la segunda novela histórica de un autor de Getxo al que se puede describir exactamente ... como a ese personaje. «Viajaba mucho. Ya buscaba ultramar desde joven. Era viajero y no turista, como le gustaba decir, porque cada viaje era una investigación de las costumbres, las culturas y la gente. Se preparaba los viajes durante muchos meses. Al llegar era como si ya hubiera estado allí de todo lo que había leído, visto y anotado. Y lo disfrutaba todo tanto que, cuando te lo contaba, te enganchaba», explica Sandra Gómez, la que fue la pareja de Gonzalo Iribarnegaray.

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A ella le ha tocado el reto de recuperar esa capacidad de 'enganchar' al público y de resumir la obra y la vida del escritor getxotarra, que murió en noviembre pasado en accidente de bici sin llegar a ver publicada una novela que había conquistado a Penguin Random House. «Que no es cualquiera, decía él. Estaba en una nube pero, aunque se sentía supersatisfecho, seguía siendo humilde y discreto como siempre».

'Más allá del mar', que se presentó ayer en Muxikebarri, tenía que haberse publicado hace un año, pero la pandemia retrasó el plan de la editorial. El relato va más atrás en el tiempo. Ya hace ocho años Iribarnegaray escribía los primeros textos de esta historia que enrola al pequeño Aimar, allá por 1482, en un ballenero rumbo a Terranova y luego le hace viajar por las rutas que siguieron Cristóbal Colón y Hernán Cortés. Le puso por título 'Ultramar' y les leía fragmentos a sus compañeros del taller de escritura de Ramiro Pinilla. «Tenía seguridad, mucha, y la certeza de que iba a gustar», recuerda Gómez. «Es una novela con mucho rigor histórico y un planteamiento original, el del ballenero vasco que se va con Colón. Y está bien documentada y bien escrita. Es una historia de aventuras porque Gonzalo era un empedernido aventurero que sentía verdadera pasión por los viajes».

Uno de los primeros fue al Sáhara. De joven -nació en 1972- alquiló una furgoneta y se dedicó a recorrer, en compañía de varios locales, los pueblos bereberes. «Le gustaba viajar en soledad primero para conocer la esencia de los sitios». El último viaje fue a Namibia, con Sandra. «Un todoterreno, víveres, cuatro ruedas, la tienda de campaña y los mapas descargados y en papel. El teléfono satélite se lo pedí yo por si acaso, por él no lo habríamos llevado. Y yo no podía dejar de pensar que todo eso que hacíamos ya lo habíamos vivido porque había estado año y medio preparándolo todo, enseñándome cosas».

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Tenían planeado ir a Senegal el año pasado. «Ádoraba África». Miles de fotos y textos sobre el continente y sus otros viajes se convirtieron en reportajes y libros como 'Un mes en Botswana' y 'La danza del silencio'. «Ahora nos ha pasado la responsabilidad de dar a conocer su trabajo, sus deseos, sus sueños y sus expectativas con esta novela a nosotros», dice Sandra, que intuye que nunca llegará a contar las cosas como las contaba Gonzalo. «No es fácil».

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