La última edición de cualquier cita, del tipo que sea, se suele comparar con la edición anterior para ver si las cosas han ido a mejor o a peor. A veces, se recurre a series de varios años, y eso en época de pandemia es ... obligatorio. Comparar con los años anteriores a que estallara el virus es la única manera de ver si la cosa se recupera de verdad o qué pasa.
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En el caso de las ferias del libro, y dado los ejercicios bastante tristones de los que se venía antes de 2020, el hecho es que las noticias son buenas. Son incluso muy buenas, porque según los organizadores la asistencia y las ventas siguen en alza.
Un poco antes de que ayer se vaciaran las casetas que han estado abiertas en el paseo del Arenal de Bilbao desde el jueves 2, el balance arrojaba un aumento de las ventas de hasta un 10% con respecto a la edición de 2021. Y la del año pasado ya había sido mejor que la de 2020, cuando se celebró en octubre, con un trimestre de retraso.
Hace un año, de hecho, los responsables decían que los números habían sido mucho mejores que los de ediciones anteriores a la pandemia. Parece que quienes se echaron en brazos de la lectura para hacer frente a los confinamientos, los parones vitales y la falta de otras ofertas de ocio no están dispuestos a renunciar tan fácilmente a los libros.
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La 52ª Feria del Libro de Bilbao, en la que han participado 55 expositores, cierra pues con buenas noticias. Y en palabras del presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, Kepa Torrealdai, este balance positivo es una alegría extra porque «el último mes había sido un poco flojito en las librerías».
Hace ya tiempo que los libreros se vienen temiendo que las cifras decaigan, pero de momento no ocurre. Tal vez los lectores hayan preferido esperar a comprar en los puestos del Arenal -con un 10% de descuento- en vez de hacerlo en los locales habituales, hipótesis que quedaría reforzada por el hecho de que no solo se han vendido estos días los títulos recién salidos de imprenta, sino también libros con algún tiempo en el mercado. Y de autores que han acudido a firmar y de muchos otros que no han pisado el recinto.
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55expositores ha tenido la Feria de Bilbao este año, repartidos entre editoriales y librerías.
Entre los últimos de los últimos publicados, están Mikel Santiago con su novela 'Entre los muertos' y Joseba Sarrionaindia con 'Munduari bira eman zion ontzia'. 'Sol de brujas', de Félix G. Modroño, y 'Muerte en el Carlton', de Javier Sagastiberri, ya llevan unos meses a la venta y sin embargo han sido de los más vendidos. Es la misma historia que han vivido en euskera 'Itzalen distirak', de Arrate Egaña -Zazpi Kale Saria en esta edición- y 'Azken etxea', de Arantxa Urretabizkaia. Kirmen Uribe, Premio Pluma de Plata, ha seguido vendiendo bien las dos versiones de su última novela ('La vida anterior de los delfines' o 'Izurdeen aurreko bizitza').
Mención especial hay que hacer a la última novela del recientemente fallecido José Javier Abasolo, el llamado 'decano' de la novela negra vasca. 'El país equivocado' también ha llamado la atención de un buen número de lectores. A Abasolo y a Fernando Marías, que moría hace unos meses, se les rendía homenaje al comienzo de esta edición.
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El presidente de la Asociación de Libreros ha constatado un cambio en los hábitos de los compradores. La afluencia ha sido constante entre semana y los fines de semana no han sido tan determinantes como lo eran antes. «Eso ha marcado la diferencia» para hacer posible el aumento del 10%.
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