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Lo decía Randolph Hearst, el magnate de la prensa: «Si sangra, vende…» Pues sí, claro, el escapismo que lleva a los lectores del 'true crime' ... a enfrascarse en los motivos de un horrendo crimen doméstico, a entender los impulsos de un psicópata o a sufrir descubriendo los rincones oscuros en la mente de un asesino tiene un indudable tirón comercial. Llámesele como se quiera o dígase que puede ser una narrativa que va más allá del simple reportaje, que es un ejemplo del nuevo periodismo o que es una admirable literatura que profundiza en las dimensiones psicológicas y sociales de un crimen. Puede ser, pero a la postre esa propuesta que ofrece a sus potenciales lectores la experiencia inmersiva en un crimen que desafía sus percepciones tiene una finalidad claramente comercial. Porque si Luisgé y su libro solo pretendieran la exploración o el estudio de las implicaciones filosóficas y éticas de la crueldad asesina como una pulsión en lo humano, seguramente la estrategia editorial del producto hubiera sido más minoritaria y académica.

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elcorreo Tirón comercial