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Elon Musk, cómo ser un genio y un gilipollas

Elon Musk, cómo ser un genio y un gilipollas

La biografía del creador de Tesla saca a la luz los delirios y los problemas de uno de los hombres más ricos del mundo

Óscar B. de Otálora

Martes, 12 de septiembre 2023, 00:16

Una de las fantasías que inspira a Elon Musk es una destrucción de la vida humana en una guerra nuclear, ante la que él se levantará como salvador de la humanidad ya que ha conseguido preservar a varios hombres y mujeres en Marte. Esta es una de las reflexiones que aparece en su biografía, titulada con su nombre, y escrita por Walter Isaacson, el mismo autor norteamericano que narró la vida de Steve Jobs.

El libro se publicará en España el 14 de septiembre pero los capítulos que ya se han difundido muestran a la persona más problemática que se puede conocer al frente de una de las mayores fortunas del mundo. Estos son algunos de los momentos mas histéricos, por decirlo de alguna forma, del dueño de Tesla, Space X o Twitter, entre otras empresas tecnológicas.

La enfermiza compra de Twitter

La compra de la red social del pajarito resulta increíble. Elon Musk la gestionó con mensajes enviados a sus propietarios a las cinco de la madrugada, mientras jugaba al videojuego 'Elden Ring' de forma adictiva y sin límites. El libro describe a Musk como una persona compulsiva durante toda la operación, en la que, tras conocer a los gestores de Twitter, decide que dentro de la empresa hace falta «un dragón que eche fuego por la boca», una forma de decir que eran necesarios tíos duros y no las educadas personas que hasta ese momento llevaban la red social.

Pero además, Musk quería luchar con algo que había identificado como el 'virus woke', en referencia a esa corriente ideológica con pinceladas de diversidad, ecología, feminismo, animalismo, revisión histórica, espacios seguros y unos cuantos términos similares. Musk identificaba a Twitter -una plataforma que, entre otros, había cancelado al presidente Donald Trump- con esos planteamientos «A menos que se detenga el virus de la mentalidad woke, que es fundamentalmente anticiencia, antimérito y antihumano en general, la civilización nunca llegará a ser multiplanetaria», le dijo al autor de su biografía. Para Musk, comprar Twitter y cambiar sus reglas era una forma de salvar el discurso político y la libertad de expresión.

¿Qué facto personal había detrás? Su hijo Xavier había decidido cambiar de género con 16 años y quería hacerlo a espaldas de su padre. Según el biógrafo, Musk estaba dispuesto a apoyar a su descendiente. Pero ella -ahora se llama Jenna- «pasó del socialismo a ser totalmente comunista y a pensar que cualquier rico es malo», se lee en el libro. En ese viaje, rompió cualquier relación con su padre. Para Musk, era Twitter el canal que había favorecido la difusión de ese tipo de ideología.

El porqué de la X como sustituto de Twitter como nombre muestra también a un hombre obsesivo. Musk ya había intentado que PayPal, la empresa de pagos que él había ayudado a crear, se llamase X.com. Sus socios lo consideraban una estupidez puesto que supondría parecer una firma dedicada al porno. Musk fue despedido de PayPal pero esa obsesión con colocar una gran X en el centro del universo no desaparecería.

El padre, las esmeraldas y las mujeres

Errol Musk, padre de Elon Musk.

Uno de los momentos más oscuros de la biografía de Musk es su relación con su padre, Errol, un empresario sudafricano estricto y racista que llegó a afirma que si los blancos «no hubieran llegado a África, los negros seguirían en los árboles». Durante años se ha afirmado que si Musk consiguió su fortuna fue gracias a que el negocio de las esmeraldas de su padre le patrocinó sus deseos. Esta idea implica negarse a admitir que Elon Musk responde a la imagen del joven que surge de la nada tras pasar horas y horas trabajando en el garaje de su casa. El libro, sin embargo, asegura que tan solo recibió 2.000 dólares en cheques de viajes y que en el momento en el que Musk comenzó sus proyectos en 1989, su padre ya había comenzado a deshacerse de sus negocios mineros.

Según el libro, la figura del padre autoritario y estricto le ha marcado a sangre y fuego. El año negro del magnate sudafricano fue 2017, cuando se enteró de que se enteró de que su padre mantenía una relación con una hijastra. Pero además, Musk comenzó a salir con Amber Heard, la expareja del actor Johny Depp, y con quien había mantenido una de las relaciones más turbulentas del Hollywood actual. El magnate entró en un «vórtice oscuro (…) que duró más de un año y produjo un dolor profundamente arraigado que perdura hasta el día de hoy», afirma el biógrafo. El dueño de Tesla vivía a caballo entre la depresión, el estupor, el vértigo y la energía maníaca, agrega.

Su relación con Bill Gates

Bill Gates en una comparecencia pública.

La relación entre dos de las personas más ricas de la Tierra, Bill Gates y Elon Musk, no ha sido nada fácil. Según el libro de Isaacson, los dos magnates se reunieron en privado para analizar sus visiones sobre el futuro. Mientras que Bill Gates estaba obsesionado con sus aventuras filantrópicas para mejorar la humanidad, Musk defendía que el planeta necesitaba su coche eléctrico Tesla para luchar contra la contaminación y poner en marcha la «descarbonización». Sin embargo, cuando se enteró de que Gates había comprado acciones de Tesla pero las había vendido comenzó a cargar contra él. Llegó a publicar un tweet en que le mostraba gordo y en camiseta y escribió una frase. «Esta acaba con cualquier erección». Gates, no obstante, le ha defendido en conversaciones en círculos intelectuales y económicos.

Su verborrea

Soldados thailandeses en el rescate de los niños atrapados en la cueva de Tham Luang.

En junio de 2018, todo el mundo estaba pendiente de los trece niños y su entrenador atrapados en la cueva Tham Luang de Thailandia. Para rescatarlos fue necesario poner en marcha una de las más complejas operaciones de buceo de la historia. En ella participaron los mejores espeleobuceadores del mundo junto a los SEAL de Estados Unidos y de la Armada de Thailandia -uno de cuyos miembros falleció en las labores de salvamento-. Musk, incapaz de guardar silencio, propuso rescatarlos con una especie de gran tubo hinchable. «Será un preservativo de pedófilos». La gracia resultó un insulto que nadie estaba dispuesto a tolerar cuando la luchar por la vida de catorce personas conmocionaba a la humanidad. Musk pidió perdón a regañadientes.

Pero quizás, uno de los momentos más siniestro de esa incontinencia verbal tuvo lugar en octubre de 2022, cuando un perturbado trumpista entró en la vivienda de la portavoz demócrata, Nancy Pelosi,y agredió al marido de la dirigente. Musk se hizo eco de los bulos ultras que comenzaron a circular en la red y que vinculaban, de manera falsa, el ataque con un asunto sexual. «Existe una pequeña posibilidad de que haya más cosas en esta historia de lo que parece», llegó a escribir. Musk borró el texto poco después y reconoció a su círculo personal que se trataba de uno de sus «errores más estúpidos». Incluso su hermano Kimbal dejó de seguirle en las redes porque le parecía demasiado estresante. «Deja de obsesionarte por cosas raras», le dijo.

La guerra de Ucrania

Una antena del sistema Starlink, empleado por las tropas ucranianas.

Algún día se podrá valorar qué efecto ha tenido el hecho de que Elon Musk pusiera a disposición de Zelensky su sistema de satélites Starlink, que están garantizando que Ucrania disponga de Internet pese a los intentos rusos de llevar al país invadido a la oscuridad digital. Sin embargo, el libro de Isaacson saca a la luz un episodio desconocido, en el que el magnate ordenó apagar la cobertura de sus satélites cerca de la península rusa de Crimea, ocupada por Rusia, para evitar que los drones submarinos ucranianos alcanzaran la flota de Moscú. Al parecer, el multimillonario se había reunido con un cargo ruso que había asegurado que un ataque en Crimea provocaría el recurso al arma nuclear.

Esta parte del libro ha suscitado bastantes preguntas entre los expertos en política y estrategia militar. La más importante es: ¿tiene un civil sin ninguna responsabilidad política la capacidad de decidir cuestiones de alta estrategia? En su libro, el inventor asegura que Starlink fue creado «para que la gente viera Netflix, no para involucrarse en guerras». Tras la difusión de esa parte de la biografía, uno de los asesores de Zelensky declaró. «Estemos pagando el precio de un cóctel mortal de ignorancia y ego desmesurado. Como resultado, civiles y niños están siendo asesinados».

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