76 autores y editores vascos reivindican el libro frente al «ruido y la furia» de las pantallas

«La literatura habla de las cosas que nos conciernen a todos: valor, miedo, amistad, muerte, amor, solidaridad», afirma un texto que parte como iniciativa de Meettok Fundazioa, una entidad creada por el editor Ramón Etxebeste y de cuya dirección forman parte Gorrotxategi y Cano. El propio Etxebeste fue el responsable entre 2006 y 2018 de la editorial donostiarra Meettok, actualmente «en paréntesis» y que en ese período publicó novelas y ensayos, tanto en euskera como en castellano, de escritores vascos y también traducciones de importantes autores internacionales, como Anthony Burgess, Tolstoi, Philip Roth, Michel Houellebecq, J.M. Coetzee y Don DeLillo. Su primer título fueron las memorias de Groucho Marx, 'Groucho eta ni'; el último,'La felicidad es posible', del ruso Oleg Zaioncchkovski. También escritores vascos como Iñigo Aranbarri, Felipe Juaristi y Kevin Heredia figuran en su catálogo.

Desde la Fundación, su impulsor Ramon Etxebeste explica que «el mensaje suscrito por decenas de escritores no es un fin en sí mismo, queremos que sirva de motivación para que surjan diferentes opciones de fomento de la lectura entre los adultos en las bibliotecas, las librerías, los centros de enseñanza y casas de cultura. Hay muchos modelos de actividades que están gastados o simplemente agotados, y seguramente harán falta iniciativas no del todo convencionales». Asegura el editor que la difusión de este manifiesto es «el primer paso al que seguirán un segundo y un tercero» a través de actividades aún por concretar dirigidas a fomentar el hábito lector entre la población.

El texto arranca con una cita del 'Diario' de Anne Frank: «Las personas libres difícilmente se darán cuenta de lo que significan los libros para quienes vivimos bajo llave», que da pie a formular una reflexión: «La literatura nos pone ante el espejo y nos pregunta: ¿Somos libres?»

A partir de ahí, los firmantes recuerdan que «leemos en soledad, pero no estamos solos cuando leemos. Entrelazadas a las épocas y a los caracteres que se nos abren en el libro, aterrizamos en personajes de ficción, para insinuarnos rasgos nuevos al volver del viaje». Y recalcan que «la literatura es la contradicción y el matiz que nos debemos como individuos y como sociedad».

Admite el manifiesto la posibilidad de que «tal vez leer no nos haga mejores personas», pero a continuación destaca que «dejará en quien lee indicios de la amplitud y la diversidad del mundo». Aborda a continuación el papel socializador de la lectura en su condición de actividad que se comparte «con amigas, conocidos, compañeras de clase, miembros del club de lectura o en las redes sociales», algo que, aseguran, «nos dará tanto o más placer que la propia lectura: hablar sobre libros es una manera de reescribirlos».

El documento recuerda que «la historia de la literatura es la historia de la lectura; avanza más allá de las quemas públicas, de la censura y del ruido y la furia de nuestros dispositivos electrónicos» y reconoce que, aunque «puede que no seamos muchos, no sólo los números cuentan. Formamos un ecosistema bien articulado: lectores, escritoras, traductoras, editores, críticos literarios, libreras, bibliotecarios...» A partir de ahí, añaden, «queremos consolidar y prestigiar esa red, reivindicar el valor del libro. Porque lo que nos enseña la literatura solo se puede aprender leyendo literatura».

«Quien lee -concluye el manifiesto-, sabe por qué lee. Si eres de los que no leen, tus razones tendrás. Puedes estar tranquilo, en cualquier caso. Si algo hemos aprendido en los libros es que, aunque tú no te ocupes de la literatura, la literatura siempre se preocupará por ti». Además de los ya citados, entre los firmantes figuran Iñaki Aldekoa, Beñat Sarasola, Eli Tolaretxipi, Jon Kortazar, Nerea Loiola, Maite López de las Heras, Jorge Giménez Bech, Miren Agur Meabe, Hasier Larretxea, Laura Mintegi y Danele Sarriugarte.

Etxebeste recalca que «el texto sigue abierto a cuantas personas quieran adherirse» y reconoce que ha recibido algunas negativas a suscribirlo «por diversas razones, lo mismo que otros no han contestado. Lo respetamos y comprendemos, lo mismo que pedimos comprensión a aquellos a quienes no se lo hemos enviado porque se nos haya pasado por despiste». El texto se difundirá en euskera, castellano, catalán, gallego e inglés.