Anagrama y el autor del libro sobre Bretón apelan a la libertad de creación

Es la primera vez que el asesino reconoce públicamente haber acabado con la vida de los niños, de 6 y 2 años, y entre los pasajes que recogen sus palabras hay uno especialmente espeluznante, al sostener que ciertos niños pueden ser tan crueles y despiadados «que el deseo de asesinarlos resulta comprensible y hasta legítimo». El escritor justificó ayer en una carta divulgada por medio de su agencia el interés personal por el caso Bretón porque «contiene todos los paradigmas del Mal con mayúscula y se convirtió en un símbolo de la violencia machista en España». Asimismo, recalca que está concebido «con el mayor respeto hacia las víctimas» y, si bien puede reabrir heridas, «no será más que otros libros que se han publicado sobre los hechos o que la serie audiovisual 'Bretón, la mirada del diablo, emitida en 2023».

Lo que no hizo fue contactar con la madre de los niños para pedir su testimonio. Ruth Ortiz tuvo noticia del contenido del libro por los extractos que avanzó la prensa. Al ver el cariz de su contenido, no dudó en presentar una denuncia ante la Audiencia Provincial y la Fiscalía de Córdoba para detener la publicación, prevista para el próximo miércoles 26. La madre de Ruth y José alega «intromisión ilegítima del derecho a la intimidad y a la propia imagen de los menores fallecidos».

El pasado miércoles, la editorial Anagrama accedió a paralizar temporalmente la venta y, al día siguiente, la Fiscalía de Menores de Barcelona confirmó la suspensión cautelar de la publicación. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, también ha intervenido en el debate, al afirmar que «no se puede dar en ningún caso voz a los asesinos, voz a los violentos, voz a quien ha asesinado a sus propios hijos para hacer el mayor daño posible a la madre, a la mujer».

El libro es el resultado de más de tres años de relación entre el escritor y José Bretón. Durante ese tiempo, ambos intercambiaron más de 60 cartas y mantuvieron una entrevista personal en prisión. «Mi obra no da voz a José Bretón: se la quita, niega su explicación de los hechos, le enfrenta con sus contradicciones», recalca el autor, premio Herralde en 2020 por 'Cien noches'. La editorial, por su parte, defiende la divulgación de 'El odio' porque se trata de «un ejercicio literario similar al que hicieron Carrère en 'El adversario' y Capote en 'A sangre fría'».

En esa línea, añade el comunicado de Anagrama, «una obra como 'El odio' intenta dilucidar una violencia extrema, las condiciones en las que se produce y las implicaciones filosóficas y éticas de la crueldad como una pulsión en lo humano». Y como argumento más contundente y definitivo, recuerda que el derecho fundamental a la creación literaria está reconocido por la Constitución española.