Borrar
Antes muerto que sencillo. Liberace en su bañera redonda de mármol en un especial televisivo.
Liberace, la máxima extravagancia

Liberace, la máxima extravagancia

El pianista americano, de cuyo nacimiento se cumplen cien años, llevó el kitsch a la clásica e hizo de sí mismo un espectáculo

Domingo, 12 de mayo 2019, 21:52

Puede que sea una anécdota apócrifa, pero se cuenta que cuando un crítico acusó a Liberace de no ser Rubinstein, el pianista más extravagante que haya existido jamás contestó airado: «¡Rubinstein no es Liberace!» Tenía razón: el viejo Ruby, como muchos lo llamaban, nunca llegó ... hasta el escenario subido en un Rolls Royce plateado y vestido con un abrigo-capa de piel de zorro valorado en 300.000 dólares de los de hace medio siglo. Pero es que Wladziu Valentino Liberace (pedía expresamente que su nombre artístico fuera pronunciado 'Liberachi') se alejó a comienzos de los cuarenta de la senda de una carrera artística convencional para adentrarse en el mundo del espectáculo. Él lo explicaba diciendo que había dejado fuera de la música clásica «las partes aburridas». Los críticos lo crucificaron pero los organizadores de grandes conciertos en Las Vegas lo adoraban. Otra diferencia con Rubinstein. Aunque las dos más importantes estaban en su forma de interpretar y en sus ingresos. En esto último, el artista que salía a actuar con peluquín, atuendo de reina del carnaval de Tenerife e incontables anillos de gran tamaño en los dedos ganaba por goleada al polaco que reinventó a Chopin. El próximo jueves se cumplirán cien años de su nacimiento.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Liberace, la máxima extravagancia