Urgente Un incendio en un bloque de viviendas desata la alarma en Basauri
Leo Harlem y su jefa en el Ministerio de Igualdad (María Morales) en 'Como dios manda'.

Leo Harlem, un funcionario de Vox que acaba en Podemos

«Enrique Urbizu dice que me ve de abogado cabrón», asegura el actor más taquillero de nuestro cine, que en 'Como dios manda' se enfrenta a la corrección política del Ministerio de Igualdad

Jueves, 25 de mayo 2023, 18:00

Si hubiera un star system en el cine español que asegurara la taquilla, Leo Harlem (Matarrosa del Sil, León, 1962) lo encabezaría. Hace ya casi diez años que Santiago Segura lo reclutó para que hiciera de vigilante jurado junto a Chiquito de la Calzada en ' ... Torrente 5'. Desde entonces se ha hecho imprescindible en las dos sagas más taquilleras del último cine español: 'Padre no hay más que uno' y 'A todo tren'. Leonardo González Feliz (el Harlem lo tomó de un bar de Valladolid en el que fue camarero) hasta ha protagonizado comedias para su exclusivo lucimiento, como 'Superagente Makey' y 'Como dios manda', esta última en los cines desde el próximo viernes 2 de junio.

Publicidad

La ópera prima de la malagueña Paz Jiménez convierte al monologuista de la España de los 'cuñaos' en un rectísimo, incorruptible y católico funcionario del Ministerio de Hacienda, incapaz de adaptarse a estos tiempos de corrección política. Su vida personal es un desastre: se está divorciando de su mujer y tiene un hijo trans al que no quiere ni ver. Un conflicto con una compañera de trabajo, a la que afea que no dé un palo al agua, acaba con su traslado al Ministerio de Igualdad, donde le tocará tratar con gays, lesbianas, papeleras de reciclaje y el lenguaje inclusivo.

Tráiler de 'Como dios manda'.

El guion de Marta Sánchez no hace demasiada sangre porque estamos ante una comedia de vocación taquillera y familiar, lanzada a lo grande por Atresmedia y Warner. 'Como dios manda' puede verse como lo máximo a lo que Torrente podría aspirar hoy, con chistes a cuenta de la vagancia de los funcionarios, hombre que no saben cómo funciona la vitrocerámica ni cambiar pañales y pullas a madres solteras: «¿Cómo van a crecer estas niñas sin un referente paterno? ¿Qué van a hacer, ponerles una foto de Julio Iglesias?», ironiza el patán protagonista.

En realidad, 'Como dios manda' es una puesta al día de las fábulas con moraleja de Paco Martínez Soria, como 'Don Erre que Erre', la crónica del enfrentamiento a la modernidad de un carca que, en el fondo, es un buen tipo y cuyos valores trasnochados todavía sirven. «Me encantan las películas de Martínez Soria, es un orgullo que me compares con él», apunta Leo Harlem. «Me parece un tipo muy simpático. Tiene la película esa de las hijas que se van a la ciudad, que es igual que la de Ingmar Bergman; solo que en una se ponen frente a una ventana lloviendo y en la otra el protagonista le llama hippy al hijo».

Publicidad

Leo Harlem en 'Como dios manda'.

Para el actor, la comparación con el policía encarnado por Santiago Segura también es atinada. «Mi personaje es recalcitrante, está en otro tiempo, como Torrente, y experimenta una epifanía, un renacer». Diez años después, ¿sería posible hacer hoy 'Torrente 6'? «No. Yo a veces le pregunto a la gente si entienden que John Wayne no mataba indios y que Superman no vuela. Es terrible, confundimos la realidad con la ficción. La exageración es un punto de comunicación en la comedia. Pero a lo mejor un Torrente femenino se podría hacer». 'Como dios manda' también puede verse como la travesía moral de un votante de Vox que acaba en Podemos. «Efectivamente, sufre un cambio ideológico motivado por lo afectivo», asiente el actor. «Entiende que el mundo no es cómo él quiere, pasa de ser un tipo hermético y cuadriculado a alguien permisivo que vive y deja vivir».

«Nunca he tenido planes»

Harlem trabajó como panadero y detrás de la barra de un bar muchos años antes de poder vivir de sus monólogos. Ser actor en casi veinte películas no entraba en sus planes. «Nunca he tenido planes, todo me ha ido viniendo sin forzarlo, todo es como un aprendizaje», reflexiona. «No he dado una clase de interpretación en mi vida, aunque he trabajado en un bar doce años, que me compensa». Llevar a varios millones de espectadores a las salas tampoco estaba planificado. «Estoy feliz, siempre te sientes un poco intruso, pero descubres que la gente que tiene talento es bastante humilde y son los primeros en enseñarte. Gracias a Anabel Alonso o Antonio Dechent he aprendido a colocarme en un plató».

Publicidad

–Como humorista, ¿se ha visto obligado a adaptarse a un nuevo orden, tal como le ocurre al protagonista de la película?

–Por supuesto. Te adaptas a un nuevo orden si quieres trabajar o estar tranquilo. Cada humorista tiene su estilo, a mí me gusta no complicarme la vida. El auténtico humor es reírse de uno mismo, porque somos ridículos. No me quiero meter ni en política, ni con las mujeres ni drogas ni nada. Hay compañeros cuyo reto es echar a la gente del teatro.

–Hay un humor de lo incómodo.

–Exactamente. Es respetable, pero yo no me encuentro a gusto ahí. Hay público para todo. Podría hacer el salvaje, pero no quiero estar pendiente de que le digan a mi madre cuatro cosas.

Publicidad

Aquel chaval gafoso con el que se querían sentar todos en las excursiones, el gracioso de la clase que imitaba a los profesores, supo desde los tiempos de 'El Club de la Comedia' que poseía algo que no se puede comprar: cae bien. «Siempre he empatizado con la gente, me pasaba en la panadería y en el bar», admite el actor. «Para mí es algo innato, no intento caer bien. Me pasa lo mismo que a John Wayne, un actor que no gustaba, pero al público le encantaba. La gente agradece que no la metas en más líos».

Leo Harlem y Santiago Segura en 'A todo tren'.

El humor de Leo Harlem bebe de lo cotidiano, por eso si le preguntas por este domingo electoral responde que le ha tocado estar de vocal en una mesa. Podría haberse escaqueado por trabajo, pero cumplirá, convertido en la atracción del colegio. «Siempre he votado por correo. Me da la impresión de que voy a hacerme bastantes fotos. Y sacaré material para chistes».

Publicidad

–¿Se va a animar a dar el salto a actor dramático?

–Es facil que lo dé. Alguien me lo ofrecerá, de hecho, tengo bastante amistad con Enrique Urbizu. Y dice que me ve de abogado cabrón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad