Rosario Pardo se pone en la piel de Josefina Manresa.

Josefina, andaluza de Jaén

Se estrena en Euskadi la obra en la que Rosario Pardo encarna a la viuda de Miguel Hernández y repasa «esa posguerra femenina tan olvidada»

Jueves, 31 de octubre 2019, 01:01

«Te me mueres de casta y de sencilla...». Josefina Manresa (1916-1987) fue la novia de Miguel Hernández, su esposa -se casaron en plena Guerra Civil- y su viuda durante más de media vida. La «mujer morena resuelta en luna» que se derrama sobre ... la cuna en las 'Nanas de la cebolla' inspiró versos sublimes y discutió mucho con el poeta. «Eran muy distintos. No tenían nada que ver ideológica ni culturalmente, ella era católica practicante, pero se querían». Lo dice Rosario Pardo, que se transforma en Josefina en cada función de 'Los días de la nieve' y volverá a hacerlo el sábado en el Teatro Barakaldo, que estrena la obra en Euskadi.

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«Yo he conocido a muchas mujeres como ella: muy pobres, muy orgullosas de ser quienes son y superluchadoras», afirma la actriz, popular por papeles de comedia y en series como 'Cuéntame', que cambia de registro en su primer monólogo. Fue un empeño personal sacar adelante este proyecto cuando se cumplieron 75 años de la muerte de Miguel Hernández. «Desde el principio pensé en ella, me interesaba esa gran desconocida y repasar toda esa posguerra femenina tan olvidada y tan importante».

«He conocido a muchas mujeres como ella», dice la actriz. «Pobres, orgullosas, luchadoras»

Se puso en contacto con la Diputación de Jaén, que es la depositaria del legado del poeta tras comprar los derechos a sus herederos, y con el dramaturgo Alberto Conejero, que sitúa a Josefina en el taller de costura donde pasó gran parte de su vida. Habla con una clienta mientras atiende el que será su último encargo, un vestido «azul de mar». No es casualidad que el autor, la actriz y el director, Chema del Barco, sean andaluces de Jaén al igual que la protagonista, que nació en Quesada. Allí se conservan la mayor parte de los fondos y objetos personales del poeta y fue escenario del estreno de esta obra, reconocida con dos premios Lorca a mejor autor y actriz protagonista.

Conejero ha dedicado el texto a las mujeres de su familia -especialmente a su madre, que también cosía- y «a todas las que atravesaron con una fortaleza infinita» esos días en la nieve de nuestra historia reciente. «Superviviente de las peores tristezas» -en plena juventud perdió a su marido, a su padre y a su pimer bebé- Josefina «aprendió a amar en las palabras y con las palabras». Apenas compartió un año con el hombre a quien conoció a los diecisiete en la feria de Orihuela. «Todo lo demás fueron cartas y ausencias».

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De esa correspondencia y de las memorias que escribió «después de que se lo pidieran muchas veces» salen las puntadas de esta obra. Con ellas se hace presente la mujer recatada, la que perdonó la infidelidad y no quería hablar del tema, la que «se pasó la vida vestida de negro, cosiendo para mantener a su hijo» mientras velaba por la memoria del poeta. A Rosario Pardo no le ha hecho falta practicar con la aguja porque estuvo «diecisiete años en las Teresianas. Aunque en otra época, me educaron como a Josefina, para casarme y ser ama de casa».

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