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La otra guerra de Gila
El Piscolabis

La otra guerra de Gila

El humor negro puede ser la mejor de las terapias

Sábado, 14 de diciembre 2024, 00:07

Fue hace tantas batallas que ya no recuerdo el lugar exacto. Pero apostaría mi última sonrisa que fue en Barakaldo. Lo que tengo claro es ... que llovía mucho. Uno de esos días que apetecía no moverse del sofá, si no fuera por la presencia de Gila. Actuaba esa noche y la entrada del teatro estaba abarrotada de paraguas cubriendo cabezas. La entrevista debía ser breve porque Don Miguel tenía que preparar su actuación. Nos acompañaban el representante, el promotor y un joven que, desde unos meses atrás, le acompañaba en el escenario a modo de apuntador. Los años pesaban y la cabeza del cómico necesitaba de ayuda para no perder el fino hilo que le quedaba. De hecho, le costaba rememorar ciertas cosas. Había leído su biografía 'Y entonces nací yo', así que opté por preguntarle sobre algunos capítulos. Resultó desolador comprobar que los recodaba mejor que él. Hasta que hablamos de la guerra. Entonces levantó la vista, nos miró y viajó hasta el fondo de su mente. Allá donde está lo que permanece escondido.

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