Els Joglars pinta una sátira del 'procés'

Por eso le han elegido como protagonista de este espectáculo que reivindica el arte «como patria universal frente a las patrias identitarias». Para Fontserè -autor (con la colaboración de Dolors Tuneu y Alberto Castrillo-Ferrer), director y protagonista de la obra- el humor «es el arma más civilizada que tenemos para cuestionar la corriente mayoritaria», un bálsamo especialmente necesario en estos tiempos en los que cunde la «autocensura» e incluso el «vasallaje» entre los artistas. Asegura que no conoce «a ningún otro grupo capaz de decir las cosas como son», aunque la política catalana «da para dos o tres sátiras» como las que firmaba Rusiñol.

Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Juan Pablo Mazorra, Rubén Romero y Xevi Vilà le acompañan en el escenario y, como es habitual en la compañía, se multiplican para dar vida a varios personajes. Cuentan la historia de un funcionario de Parques y Jardines que, aquejado de reuma, cambia de trabajo y empieza a interpretar a Rusiñol en las visitas teatralizadas al museo. Imbuido del espíritu del artista, se enfrentará a «los bárbaros» que quieren transformar el centro en un Museo de la Identidad. Ignacio Zuloaga, un amigo del pintor que al igual que él era «un 'hooligan' de El Greco y ayudó a introducir su obra en España», tiene un papel en la trama, que busca la carcajada del público sin perder la «delicadeza» y con una puesta en escena «muy plástica».

El montaje se estrenó en noviembre en Valladolid y ha obtenido el premio José Estruch a la mejor autoría teatral en Alicante. La buena noticia es que, aunque al principio la gira no pasaba por Cataluña debido al desinterés de los teatros, ya se ha representado en Canovelles, muy cerca de Barcelona, donde se anunció como «la obra que desnuda el 'procés'» y llenó el teatro. Fue una experiencia «catártica. El humor permite hablar de cualquier cosa, le quita peso. Me consta que vinieron nacionalistas a los que no les gustaría tanto, pero aplaudieron». Hay funciones programadas en Hospitalet y Tarragona.

El actor y director de Els Joglars vive en una masía a cien kilómetros de Barcelona y siguió en la distancia la Diada menos multitudinaria desde que empezó el 'procés' en 2012. «Son muchos años los que dura esto y hay un desgaste, pero yo me hago ilusiones», dice. «Sé que va a durar mucho tiempo y si hubiera elecciones volverían a ganar los nacionalistas».