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Todo empezó por una divertida errata en la prensa, que informaba de un examen de selectividad en cuyo temario figuraba un soneto de Góngora. Era ... el que arranca con uno de los más famosos versos de nuestra literatura: «Mientras por competir con tu cabello». Al reproducir ese verso, un periódico cambió la letra e por la a en la última palabra y le dio una inusitada dimensión hípica: «Mientras por competir con tu caballo». Gracias al gazapo, de aludir a la belleza capilar de una dama, el endecasílabo dio un salto ecuestre, en efecto, a la pista de un fantástico hipódromo. El error habría quedado impune o no hubiera pasado de anecdótico si el poeta mexicano Pedro Poitevin no se hubiera animado a escribir un galopante soneto partiendo del verso errado: «Mientras por competir con tu caballo/ yo galopaba la marrón llanura/ de Toledo, que lleva a Extremaduras/ por donde nunca llueve sino en mayo…».
El veloz soneto de Pedro Poitevin, que es, además de poeta, lógico matemático y profesor en la Salem State University de Massachusetts, desató un torrente sonetil sin precedentes, del que se ha hecho eco el poeta español César Rodríguez de Sepúlveda en una deliciosa publicación de la editorial Mahalta. Entre los 24 sonetos hípico-gongorinos que reúne la hilarante edición, aparece uno del propio César Rodríguez de Sepúlveda, realmente inspirado y de masoquistas resonancias cervantinas: «Mientras por competir con tu caballo/ me ofrezco humildemente por montura;/ tú subiendo a mis lomos tu hermosura, con la espuela me apremias, sin desmayo».
Y aparecen sonetos equinos-gongorinos firmados por poetas que reconozco: Ramiro Rosón, Antonio del Camino, Daniel Cotta… Como aparece uno firmado por Elena Marsal, periodista bilbaína de La Ría del Ocio: «Mientras por competir con tu caballo/ regio corcel, mi asno galopa en vano,/ y un oso, una jirafa y un marrano/ la gloria le disputan sin lograllo».
Nunca un gazapo dio para tanto. Uno lee esos sonetos de 'Góngora en el hipódromo' y no puede sustraerse a la tentación de escribir un primer cuarteto: «Mientras por competir con tu caballo/ del anuncio de Terry, pedaleo/ sobre mi bicicleta de paseo,/ consigo ser más rápido que un rayo».
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