Hace años que todos los conciertos de los Rolling Stones parecen 'el último'. No cabe duda de que el tiempo tampoco perdona a sus satánicas majestades, aunque sigan inalterables en el corazón de sus fans. Y eso que la sensación de pérdida quedará de manifiesto ... este martes por la noche, cuando la mítica banda salte al escenario del estadio Wanda Metropolitano de Madrid sin el elegante y discreto Charlie Watts a las baquetas, fallecido en agosto de 2021 a los 80 años. Pese a la sensible ausencia, será el pistoletazo de salida de una gira europea que han titulado 'Sixty', en referencia a los 60 años que cumple el grupo de Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood.
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En el estadio de la capital estarán el bilbaíno Carlos Martín y sus dos hijos Andoni y Ander, de 25 y 20 años respectivamente. Para ambos jóvenes será su estreno con los Stones en directo, un primer concierto que les deja muy lejos de la marca de su padre, que suma 13. «Fui al primero en 1982, en el Calderón», recuerda con orgullo sobre aquella cita marcada por una tormenta. A sus 59 años, Martín es un fan de los de verdad. Atesora 60 discos del grupo y recuerda perfectamente a qué edad tuvo su primer contacto ellos.
«Tenía doce años cuando escuché el disco 'Aftermath'. Me dejó el corazón bailando», cuenta con una sonrisa. Con el de hoy serán 14 conciertos y ninguno igual al otro. «Cada uno tiene algo. Es verdad que creo que en 2003 alcanzaron su apogeo y que desde entonces todas sus actuaciones suenan a despedida pero no, siguen actuando, su directo siempre es impresionante y son los que mejor interpretan el rhythm and blues sucio», asegura este fiel conocedor de Jagger y Richards.
La banda nunca ha dejado de mover masas. En el Wanda 60.000 personas les entregarán una vez más su devoción y serán los primeros europeos en ver al grupo en directo sin Charlie Wats. «Que no esté te toca el corazón, pero tienen que seguir», admite Carlos, que confiesa que en el estadio madrileño lucirá una estética al más puro estilo Richards: «Pelo alborotado, anillos de calaveras, camisa blanca...».
-¿Rollo elegancia satánica?
-Ja ja ja ja ja sí sí, totalmente.
Los tres músicos, su familia y su equipo de seguridad llegaron a Madrid el pasado 26 de mayo. Atrás quedaron los recibimientos multitudinarios en el aeropuerto y las escenas de histeria por estar cerca de los ídolos, pero ellos se bajaron de su aeronave, rotulada con los famosos labios y lengua de color rojo, como siempre. Según la promotora, tanta anticipación se debe a que se trata del primer concierto de la gira y el grupo quería llegar descansado y con todo bien revisado. Les ha dado tiempo a pasear por la ciudad, a dejar 200 euros de propina por un menú de 60 en el restaurante 'Las Tortillas de Gabino', donde Jagger comió espárragos, y a visitar la estatua del Ángel Caído, en el Retiro, quién sabe si mientras tarareaban su mítico 'Sympathy for the Devil'.
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