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Obras de Richard Serra, de Oskar Kokoschka, de Lynette Yiadom-Boakye... y desde este martes, de un montón de escolares de entre seis y doce años. No toda la obra que se expone en el Museo Guggenheim Bilbao es de nombres reconocidos, y alguna no ... lleva ni siquiera firma. Es lo que ocurre cada año, desde hace ya 25, al terminar el curso escolar y con él, la edición correspondiente del programa educativo 'Aprendiendo a través del arte': que los trabajos que el alumnado ha ido realizando con la guía de artistas vascos se muestran en el espacio educativo, cerca del auditorio. Este año han participado 118 chavales y chavalas de tres centros de Bilbao (Ingeniero José Orbegozo, Amor Misericordioso y San Pedro Apóstol), uno de Laukiz (Lauaxeta), otro de Donostia (Presentación de María) y otro de Vitoria-Gasteiz (Judimendi).
Sus creaciones se exponen al público hasta el 17 de septiembre, en una muestra que ha empleado materiales sostenibles para reducir un 80% en la huella de carbono. La sostenibilidad ha sido una de las dos líneas de trabajo del curso, jutno con las emociones. Los doce alumnos y alumnas de entre 11 y 12 años de la escuela de El Peñascal -como son pocos, en una misma aula se reúnen de dos cursos diferentes- han estado a las órdenes de Zaloa Ipiña para tratar el segundo de los temas. Con distintas técnicas, desde la foto a la pintura, han reflejado esas emociones y han hablado sobre cómo gestionarlas. Algunas técnicas les gustan más que otras; como cuenta una de sus profesoras, lo de descalzarse y dejar la huella pintada de sus pies en un papel no tuvo tanto éxito como cabría esperarse; y hay quien dice que no quiere volver al museo en mucho tiempo (que ya ha estado cuatro veces).
En general, están «contentos» del trabajo realizado y presumen de lo creado. Se buscan en los rincones del espacio expositivo y, en el caso de estos chavales, en el collage de fotos de sus expresiones faciales. Se señalan, como los de Lauaxeta señalan sus obras, estas sobre la importancia del agua para la vida. El artista que les ha guiado dos horas semanales durante el curso ha sido Ibon Garagarza, con el que han hecho recipientes con plástico para recoger agua e imaginado máquinas que en el futuro puedan ayudar a una gestión más eficaz de este recurso.
Porque en 'Aprendiendo a través del arte' se busca unir la práctica artística y la reflexión social, reforzar el currículum escolar tanto como incorporar el arte a la vida cotidiana y desarrollar la creatividad, la motivación y la confianza de los participantes, como explica el director del museo, Juan Ignacio Vidarte. A lo largo de estos 25 años, casi desde la inauguración misma del centro, han vivido esta experiencia más de 3.700 niños y niñas del País Vasco, estudiantes de 148 escuelas y colegios. Han pasado por el programa también 34 artistas. En esta edición, además de Ipiña y Garagarza, Elssie Ansareo, Nerea Lekuona, Maider López e Ibon Sáenz e Olazagoitia. Esta inclusión del arte en los centros escolares es posible gracias a la colaboración de BBK y la vicenconsejería de Educación del Gobierno vasco.
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