El Gobierno de Macron zanja el debate sobre los toros: «Son una tradición ancestral en Francia»

«Debo rendirme a la evidencia de que no podemos abolir hoy los toros. Esto que ha pasado no es un fin, es solo un principio», ha dicho el diputado antiespecista. Caron anunció que más adelante presentará otra proposición de ley con diputados de otros partidos para llegar a su objetivo. «Las corridas serán pronto prohibidas en este país, lo prometo», ha añadido el diputado, que considera que el espectáculo taurino es «una tortura».

La retirada del texto antes del voto ha sido recibida en el hemiciclo con abucheos y aplausos. Varios diputados de otros grupos parlamenarios criticaron «la falta de valentía» de Caron por no dejar que hubiera un debate y un voto, impidiendo, de este modo, que los franceses puedan saber la posición de sus diputados con respecto a la corrida.

«Usted huye del debate. Tiene miedo del debate», ha lamentado la diputada conservadora Anne Laure Bin, quien opinó que Caron ha retirado la proposición de ley porque tenía miedo que su texto fuera rechazado, al igual que ocurrió la semana pasada en la Comisión de Leyes.

Los diputados franceses, independientemente de su color político, se encontraban divididos sobre si prohibir o no las corridas de toros en todo el país, permitidas actualmente por tradición en el sureste y suroeste de Francia, cerca de la frontera española –hay plazas señeras como Bayona, Dax, Nimes y Arles–. Sin embargo, el texto no tenía ninguna posibilidad de ser aprobado.

Dominique Faure, secretaria de Estado del Mundo Rural, ha anunciado que el Gobierno está en contra de prohibir las corridas en aras a «la diversidad de nuestro territorio» y al constatar que «la corrida es una tradición ancestral» en Francia.

«No habrá prohibición de la corrida», adelantó el miércoles el presidente francés Emmanuel Macron, quien dijo que la abolición de los toros «no es la prioridad ahora mismo».

«La corrida gana por abandono», han señalado en un comunicado conjunto la Unión de Ciudades Taurinas Francesas (UVTF) y el Observatorio Nacional de Culturas Taurinas (ONCT). «La corrida es y seguirá siendo una expresión cultural legítima en sus regiones de tradición», añadieron estas dos asociaciones procorrida.

Caron pretendía modificar el Código Penal galo. La legislación francesa prohíbe el maltrato animal y castiga a los que lo ejercen, públicamente o no, a penas de tres años de prisión y 45.000 euros de multa. Pero establece dos excepciones: las corridas de toros «cuando una tradición local ininterrumpida puede ser invocada» y las peleas de gallos, autorizadas en el norte de Francia y en algunos territorios franceses de ultramar.

«A pesar de la voluntad clara del legislador, hay todavía lugares en Francia donde se puede torturar y matar a un aminal por el placer», ha lamentado el diputado de La Francia Insumisa, el equivalente de Podemos en Francia.

Caron considera que la corrida «no es una tradición francesa, sino española», importada a Francia en 1853, para complacer a Eugenia de Montijo, esposa andaluza de Napoleón III». En cambio, los aficionados aseguran que hay documentados que se hacían juegos de toros en Francia desde 1289.

El 74% de los franceses está a favor de la prohibición de las corridas de toros, según un reciente sondeo de Ifop para el dominical 'Le Journal du Dimanche'.