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'Cave canem'. Cuidado con el perro, avisa una pintada a la entrada de la casa. Estamos en la Forua del siglo I. Un perro vigila la puerta de la mansión, una casa romana con un gran patio central. En una pequeña estancia con un ... altar, una mujer hace una ofrenda a la diosa Isis-Fortuna. La escena forma parte de una recreación virtual gracias a la cual los participantes en el programa foral 'Itinerarios históricos' pueden retroceder en el tiempo 2.000 años.
«Forua era en aquella época un importante enclave romano en el Cantábrico oriental. Era un centro político-administrativo desde el que Roma gestionaba el territorio y sus recursos», explica la arqueóloga Ana Martínez Salcedo, directora de las excavaciones en el poblado. La estatuilla de bronce de la divinidad de Isis-Fortuna se encontró hace décadas en la cercana cueva de Peña Forua y se expone en el Museo de Arqueología de Bizkaia. Esa figura y dos epígrafes condujeron en 1982 a Martínez Salcedo, Enrique Alcorta y Mikel Unzueta al descubrimiento del poblado romano. Acabaron así con el mito de que el Imperio no había conquistado la Euskadi costera.
Los romanos fundaron Forua en la colina de Elexalde, a orillas del río Oka, a mediados del siglo I. Llegaron por mar, tal como ven en sus tabletas al inicio del recorrido los participantes en la visita. El Cantábrico era entonces un mar de Roma, salpicado de puertos para facilitar el transporte comercial y de suministros a las tropas destacadas en el Atlántico norte. «Los primeros núcleos que el Imperio crea en el Cantábrico oriental son Portus Ammanum, que luego será la colonia de Flaviobriga, y Oiasso. Entre esos dos puntos (los actuales Castro e Irún), van creando núcleos menores con una vocación portuaria, casi todos conectados con las rías que permiten adentrarse en el territorio», explica Martínez Salcedo.
Forua: 7, 11, 14, 21, 24, 28 y 30 de julio; y 4, 8, 11, 15, 18, 25 y 28 de agosto
Arrola: 9, 10, 16, 18, 23, 25 y 31 de julio; y 2, 9, 14, 16, 22, 23 y 29 de agosto
Tribisburu: 8, 15, 18, 22 y 29 de julio; y 1, 6, 13, 20, 22 y 27 de agosto
Ereñozar: 8, 15, 18, 22 y 29 de julio; y 1, 6, 13, 20, 22 y 27 de agosto
Katilotxu: 17 y 23 de julio; y 5 y 19 de agosto
Más información: https://bit.ly/3wiz3L2
Reservas: 688 856 689
Forua es uno de esos puertos por donde entran «los usos y costumbres romanos», y salen el mármol, el hierro y otras materias primas. También entra por él la 'Pax romana': el Imperio pone fin a las luchas entre tribus, y los indígenas abandonan los castros como Arrola porque ya no hay enemigo del que protegerse. El yacimiento tiene una superficie de 6 hectáreas, de las que se han excavado 3. Además de talleres para trabajar el hierro, los arqueólogos han identificado un pequeño cuartel, almacenes, unas termas, establos y una gran mansión de estilo romano que ocupa unos 600 metros cuadrados. «Gracias a las reconstrucciones virtuales, el visitante puede ver cómo eran tres de esos puntos: el edificio militar, un taller metalúrgico –en el que se ha recreado una escena de herreros– y la 'domus'», explica Martínez Salcedo, que asegura que «no hay ficción. Todo es real; todo está basado en hallazgos arqueológicos». La advertencia sobre el perro, por ejemplo, enlaza con la tradición romana del grafiti. «Pompeya es un gran muestrario de grafitis de todo tipo: de propaganda política, obscenos, de insultos personales, amorosos...».
Al apuntar con la tableta hacia los restos de cada uno de esos tres edificios, se ve tal como pudo ser en su época. La Diputación de Bizkaia realizó sobre el terreno la primera prueba de realidad aumentada aplicada a la arqueología el verano pasado en el castro de Arrola, donde puede verse cómo era el poblado indígena hace 2.300 años, con sus impresionantes murallas. «La realidad virtual enriquece la visita de forma bastante notable», dijo ayer Asier Madarieta, coordinador de los 'Itinerarios históricos', durante la presentación de la visita a Forua.
La institución foral ha invertido 50.000 euros en la recreación del poblado romano, «un yacimiento importantísimo que hay que seguir excavando, porque tiene un gran potencial, y que desgraciadamente todavía muchos vizcaínos no conocen», lamenta Zuriñe Antoñana, jefa del Servicio de Patrimonio Cultural. Además de Forua, durante julio y agosto podrán visitarse –algunos días con la guía de arqueólogos– el castro de Arrola, la necrópolis de Tribisburu, el castillo de Ereñozar y la estación megalítica de Katilotxu. Ya en septiembre se ofertará la Ruta Juradera.
Los 'Itinerarios históricos' se realizan mediante reserva en el 688 856 689 e ibilbideak@bizkaia.eus. Las entradas cuestan 3,5 euros por yacimiento, reducidas a 2,25 para varios colectivos y gratis para menores de 12 años. Más información en la web de la Diputación de Bizkaia.
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