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Un actor llamado Ginés se burla de un cristiano y mientras lo hace se convierte al cristianismo y empieza a tener fe. Ese es el punto de partida de la obra de Lope de Vega, 'Lo fingido verdadero', que representa por primera vez la Compañía ... Nacional de Teatro Clásico en sus más de 30 años de historia y se podrá ver en el Principal este viernes y sábado. De ahí viene el título del montaje con el que la reconocida compañía regresa a la capital alavesa. Su última visita fue en junio del año pasado, entonces su director Lluís Homar dijo que el Principal era un «teatro amigo» y avanzó que bajo su mandato tiene como uno de los retos dar a conocer al gran público los montajes teatrales menos conocidos de los autores del Siglo de Oro.
'Lo fingido verdadero' sigue esa línea. Es una de las grandes obras de teatro dentro del teatro, aunque no es habitual en las programaciones. La representación se presenta como tres jornadas o actos con diferentes géneros teatrales: el drama histórico y la lucha de poder, la comedia de capa y espada y la comedia de santos. «Es como tres obras en una y tiene esa voluntad de darle al espectador el máximo reclamo para que pueda saborear y sentirse implicado en el espectáculo que está viendo», dijo Homar este jueves en la presentación en Vitoria en la que participó de forma telemática. Entre los intérpretes de esta obra se encuentran algunos rostros conocidos de la escena como Silvia Acosta e Israel Elejalde, en la piel de Ginés. Elejalde sigue con una actividad prolífica que en los últimos años ha combinado la interpretación de textos clásicos como 'Ricardo III', de Shakespeare, y algunas de las apuestas contemporáneas de mayor relumbrón como 'Ensayo' de Pascal Rambert; así como nacionales como 'Los mariachis', de Pablo Remón. En el amplio reparto se encuentran también María Besant, Montse Díez, Miguel Huertas, José Ramón Iglesias, Ignacio Jiménez, Álvaro de Juan, Jorge Merino, Aisa Pérez, Paco Pozo, Arturo Querejeta, Verónica Ronda, Aina Sánchez y Eva Trancó.
«Hay quien ha dicho que tal vez la mejor obra de Lope. No sé si es la mejor, pero es un texto maravilloso y muy poco conocido», señala Homar reforzando la opinión de los intérpretes Arturo Querejeta y María Bersant, así como de Beatriz Argüello, ayudante de dirección. El contexto que rodea esta puesta en escena se localiza en 1608. Fue entonces cuando uno de los grandes dramaturgos y poetas españoles escribió 'El arte nuevo para hacer comedia». «Es la puesta en práctica de la teoría, cuando se da un cambio sustancial en el teatro y el autor tiene muy en cuenta al espectador». Tanto el paso del viernes como el del sábado tienen como hora de inicio las 19.30 horas y la obra dura dos horas aproximadamente. En esos tres pasos de la función hay una evolución que arranca con una rebelión y la llegada al poder del emperador Diocleciano. En la segunda jornada, el césar le pide al actor Ginés que represente una obra teatral para expresar sus celos y en la tercera parte Ginés interpreta el «fingimiento de un bautismo ante el emperador romano que acaba creyéndose el papel». «Termina con el ser humano cerca de una acto de libertad», avanza Homar. «Hay un paso de la oscuridad a la luz y es un canto y defensa del poder del teatro. El teatro tiene la capacidad de crear una verdad más verdadera que la propia realidad».
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