Dimite el director de Azkuna Zentroa tras casi siete años al frente del centro

Su renuncia llega tras varios desencuentros con el Ayuntamiento de Bilbao, que propició su fichaje en 2018

Jueves, 12 de diciembre 2024

Cuando Fernando Pérez llegó para hacerse cargo de la dirección de Azkuna Zentroa se visualizó como un regreso a casa. Había estado vinculado a la vieja Alhóndiga desde sus inicios como gestor de programación cultural, hasta que en 2015 le fichó el Gobierno de Navarra ... como director general de Cultura. Duró tres años en Pamplona. Y en 2018 volvió a Bilbao para, ya con más responsabilidades, dirigir el emblemático centro cultural. Entonces, el alcalde, Juan Mari Aburto, dijo que su perfil daba garantías.

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Ahora, casi siete años después, Fernando Pérez (Sestao, 1967) se va. Este jueves ha presentado su renuncia a Aburto sin aclarar los motivos que le han llevado a tomar una decisión tan drástica y, aparentemente, imprevista. Aparentemente. Porque desde hace tiempo en distintos círculos se sabía de los desencuentros entre el director y el Ayuntamiento, de la falta de sintonía entre ambas partes, y de la evidente desproporción entre ellas en caso de posibles hostilidades. La gota que habría colmado el vaso, según distintas fuentes, sería una diferencia de parecer sobre la implantación de un espacio de divulgación de la Fundación La Caixa en Azkuna Zentroa que el gobierno municipal vería con buenos ojos e incluso estaría impulsando directamente con esa entidad, pero que vendría a entrar en colisión con la dimensión cultural que Pérez estaba intentando potenciar, como factoría de cultura crítica y de apoyo a artistas emergentes.

Pero nada de esto ha confirmado ni el Ayuntamiento ni el propio director de la Alhóndiga, que ha apostado por el silencio ahora y en las últimas semanas. Eso sí, desde su entorno más próximo su salida se veía como inevitable desde hacía tiempo.

Según la nota que divulgó ayer la propia entidad, en los últimos seis años Pérez «se ha volcado en cumplir con el compromiso de convertir el centro en un espacio de referencia internacional, con rigurosidad, transparencia y calidad en la gestión». En ocasiones ha llevado a la Alhóndiga propuestas arriesgadas, incluso rupturistas, enfocadas a públicos no mayoritarios, que no siempre han sido bien entendidas desde algunos ámbitos.

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En el mismo escrito se busca dar normalidad a la renuncia y apunta que «el Ayuntamiento, y en especial Juan Mari Aburto, han agradecido los años de trabajo y el esfuerzo realizado». Y en parecido tono, el ya exdirector corresponde cuando «agradece al Ayuntamiento de Bilbao la oportunidad de haber estado al frente de un proyecto tan importante, vinculado al contexto artístico». De la misma manera se muestra «muy orgulloso de dejar un Centro puntero y de referencia en cuanto a la calidad de la programación y la promoción de la creación artística; y le desea a este proyecto todo el éxito posible».

Como balance de los últimos años señala que «en este tiempo Azkuna Zentroa se ha transformado en un Centro de Sociedad y Cultura Contemporánea abierto a la ciudad, en el que se vive y se experimenta lo contemporáneo de forma cotidiana», añade la misma nota.

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Gestor cultural

Especializado en gestión cultural y de las artes, Fernando Pérez es Licenciado en Filología Vasca, Máster en International Leadership Program in Visual Arts Management y en Gestión Cultural, Música, Teatro y Danza; y Postgrado en Políticas Culturales Europeas. Como queda dicho, ha sido Director de Cultura del Gobierno de Navarra, miembro del comité asesor de la 'Japan Foundation for Performing Arts', miembro del Patronato del Centro de Arte Contemporáneo Huarte y Secretario del patronato de la Fundación Museo Jorge Oteiza. Forma parte de diferentes comisiones y proyectos de gestión cultural y las artes a nivel internacional y estatal.

Ha sido también gestor cultural, director y coordinador de diferentes festivales y centros de artes visuales, artes escénicas, cine y literatura, «siempre con una marcada vinculación a la línea transformadora de la cultura como práctica, como proceso y como experiencia». Lo que no se sabe es qué va a ser a partir de ahora.

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