El FANT arranca con terror vasco en pequeño formato

Son once piezas que aspiran a hacerse con el Premio del Jurado al Mejor Corto vasco, dotado con 2.000 euros, aunque también pueden ganar el Premio al Mejor Cortometraje (3.000 euros) y el del Público (3.000 euros). Todos se pueden cobijar bajo el paraguas del fantástico excepto 'El fiestón', dirigido por Gorka Aguinagalde y Xabi Vitoria, un chiste que no se sabe qué pinta en un certamen de género. El actor ha echado mano de amigos como Gurutze Beitia, Karra Elejalde, Lander Otaola e Ylenia Baglietto para montar una fiesta en casa, interrumpida por la llegada de la mujer del organizador, azafata de líneas aéreas. Simpático, pero no fantástico.

Nitya López, miembro del colectivo Caóstica, presenta dos videoclips para los grupos Niña Coyote eta Chica Tornado y Don Condor eta Ñora Alacran, en los que la cámara se mueve de manera tan cañera como la música. Sus protagonistas llegan al escenario encapuchados y con una suerte de collar de vigilancia, como si fueran reos en Guantánamo. «Exploro formatos y el videoclip es un campo de experimentación muy guay», justifica el director, quizá sorprendido de su selección en el FANT.

'TOC', siglas de trastorno obsesivo compulsivo, nos presenta en cinco minutos a un hombre que llega a casa con las compras y que duda antes de realizar cualquier acción cotidiana. Tiene su punto, pero tampoco se explica su presencia en este apartado porque su director, Anatael Pérez, y su productora son canarios. Por su parte, 'Polita' de Eneko Muruzabal, eleva un txuletón a la categoría de elemento de ciencia-ficción. En 2039, el consumo de carne está prohibido y una deportista degusta ese alimento de manera clandestina para rendir más. Tres actores y una vaca son todos los elementos de esta apología del veganismo.

En 'Ni a sol ni a sombra', la bilbaína Talia Hernando arranca con una intrigante pedida de mano en un bosque que dará paso a una discusión conyugal: en realidad, la pareja rompió su amor hace tiempo y discute por su hijo. «Es un thriller con temática social que habla de la violencia vicaria», explica la realizadora, que tras el confinamiento sentía la necesidad de rodar en un espacio abierto que funciona como una prisión.

En otro bosque, el humedal de Saldropo, se ha rodado el filme con más empaque visual y medios del lote, 'Lanbroa', tercer corto de Aitzol Saratxaga. Mikel Losada es un padre que cuida de su hija (Sara Balerdi) mientras una misteriosa bruma asesina creada digitalmente los envuelve cíclicamente. El aislamiento y la incomunicación son temas de una cinta con ecos del cine de Shyamalan que, según su autor, «adquirió una nueva dimensión tras la pandemia».

'Superjodidos' funciona como carta de presentación de su director y actor, el uruguayo afincado en Bilbao Gastón Haag, que empieza homenajeando 'El gran Lebowski' para después presentar a un grupo de superhéroes en horas bajas en una bolera. El humor absurdo y el gore tienen cabida en una chorrada con Lander Otaola y Andoni Agirregomezkorta, que al menos no se toma en serio a sí misma. «Es un corto absurdo con personajes fracasados que nace de mi amor por la comedia de acción y lo bizarro», resume Haag, que en su Instagram se define como «gran testeador de milanesas napolitanas».

Claro que para bizarro 'Encajada' de Lle (Mikel) Godoy, que concede el protagonismo a una mujer mayor que se pasa desnuda todo el metraje mientras se somete a una sesión de láser de diodo o camina por el barro. Colaborador de Eduardo Casanova, el artista de Basauri no sabe cómo calificar «este ejercicio libre, un delirio», que nace de su fascinación por el ASMR, los vídeos para relajarse con sonidos que proliferan en internet.

Por su parte, 'Alumbramiento', del bilbaíno Imanol Ortiz, aborda los miedos de la maternidad con una embarazada con fobia a las langostas que, de niña, vivió en una casa-cuartel del País Vasco objeto de ataques terroristas. Cuando su psicólogo se convierte en el baño en una criatura entre Kafka y Alien entendemos que el corto va de otra cosa.

'Holiday' descubre a una realizadora que sigue la tradición familiar. Laura Guerricaechevarría, 25 años, es hija del guionista Jorge Guerricaechevarría, cómplice de Álex de la Iglesia entre otras muchas cosas, que tras formarse en Inglaterra y Praga debuta con una original historia de fantasmas que bebe de su amor por el género. «Adoro 'Suspense' (The Innocents), de Jack Clayton y llevo años acumulando historias de fantasmas en mi biblioteca», cuenta la autora de esta historia rodada en inglés y en 16 milímetros sobre dos mujeres, amigas de la infancia, que se reencuentran en una mansión. «Transcurre en un umbral, un espacio onírico y habla de la pérdida y la nostalgia. Muestra un fantasma benévolo y, como es habitual en el género, se retrotrae hacia el pasado, en este caso los años 40».

Finalmente, la única de las cortometrajistas a concurso que puede presumir de un Goya es Nerea Torrijos, ganadora de un Goya por el diseño de vestuario de 'Akelarre'. En su salto a la dirección, 'Influencer', la bilbaína denuncia la alienación de muchas seguidoras de influencers, que aspiran a parecerse a sus ídolos, en esta caso una sosias de Kim Kardashian. «He hecho un pequeño 'Black Mirror' que critica el efecto de las redes sociales en ciertas personas, que llegan a perder su propia identidad», afirma. «Yo también estoy en las redes y posteo mis movidas, pero no me gusta esa gente cuya vida son solo eventos y fotos, hacen mucho daño en los jóvenes. Hay chicas que se gastan fortunas en operarse para parecerse a Kim Kardashian, y no saben que la vida de estas influencers tampoco es real».