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'Retrato de doña Rosita Gutiérrez', de Zuloaga, en Múnich. I. E.

La fama de Zuloaga en Alemania y la influencia de Goya en Munch

Domingo, 29 de octubre 2023, 00:10

Ignacio Zuloaga y Joaquín Sorolla despuntaron el mercado artístico mundial en el primer tercio del siglo XX, y de ello da fe la procedencia de los préstamos, públicos y privados, para la exposición sobre el artista vasco en la Kunsthalle der Hypo-Kulturstiftung de Múnich. ... Entre las obras seleccionadas, algunas han llegado del Museo d'Orsay de París, de la Hispanic Society de Nueva York, de México y de Estocolmo. El Bellas Artes ha prestado siete cuadros, tan importantes como los retratos de la condesa de Noailles, de doña Rosita Gutiérrez y del conde de Campo Alegre, además de 'El cardenal' y 'Víctimas de la fiesta', sobre el que Eduardo Arroyo realizó su interpretación en un mural expuesto en el museo en 2018.

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«Queríamos recordar el gusto que hubo en Alemania por Zuloaga, su recuperación de los maestros como Velázquez y El Greco, y su aportación a la imagen de España en aquella época», explica Nerina Santorius, conservadora de la institución. Ortega y Gasset definió al artista como un «creador de mitos», y entre ellos estaba el español. En una sala se muestran sus cuadros de gitanos, en otra las prostitutas, faceta sobre la que el historiador Mikel Lertxundi escribe un artículo en el catálogo, y más allá los paisajes áridos de Castilla, «la metáfora del estado del país según los autores de la Generación del 98», recuerda Santorius.

Para la condesa de Noailles han reservado uno de sus mejores espacios, en un pared ancha en la que le acompañan los retratos del estrambótico José María Huarte y Jáuregui y de la mezzosoprano Madelaine Picard. La muestra de la Kunsthalle der Hypo-Kulturstiftung no evita otro episodio que relaciona a Zuloaga con Alemania: el regalo de Franco a Hitler de tres cuadros del artista.

Un noruego goyesco

En la exposición de Oslo, la comisaria Trine Otto Bak Nielsen demuestra que «los orígenes del estilo y las preocupaciones de Munch se encuentran en Goya». En 1903 sale la primera biografía sobre el artista español, que el noruego adquiere. Su biblioteca estuvo bien surtida de libros sobre el autor de 'Los fusilamientos del 3 de mayo'. Los grabados del ambos sobre la muerte y la destrucción en la Guerra de Independencia en 1808 y Primera Guerra Mundial parecen del mismo artista en épocas diferentes de su producción. El gesto del personaje de 'La angustia', la obra de Munch, puede calificarse de goyesco con toda legitimidad.

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En 1898, una revista de vanguardia próxima al expresionista reprodujo obras de los dos creadores en el mismo artículo. Y el gran Charles Baudelaire ya había nombrado a Goya como el primer artista moderno. Quizá no sea una casualidad que Munch ilustrara 'Las flores del mal' del poeta francés.

Es una muestra para recordar y también un aliciente para visitar el museo Munch de Oslo, donde realmente se aprecía la altura de vértigo que alcanzó el artista noruego. El edificio lo firma el español Roberto Herreros, que ha sabido interpretar que en el país nórdico las entradas de luz son un bien muy apreciado.

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