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Letizia Battaglia, en una escena del documental 'Shooting the Mafia'. efe

Fallece a los 87 años Letizia Battaglia, la 'fotógrafa de la mafia'

Primera mujer en trabajar para un periódico con su cámara, pateó las calles de Palermo entre 1974 y 1992 y retrató asesinatos y escenas cotidianas

Viernes, 15 de abril 2022, 01:28

Hacía honor a su apellido. Letizia Battaglia era una mujer combativa, que se colgó la cámara a los 39 años y en 1974 se convirtió en la primera fotorreportera contratada por un periódico, 'L'Ora' de Palermo. Empezó a trabajar cuando la mafia asesinaba una ... media de cinco personas al día, más de 1.000 al año. Una carnicería que ella enfocaba sin que le temblara la mano, con sensibilidad y empatía. Se tragaba las lágrimas.

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El miércoles, no obstante, fue difícil reprimir la emoción. No la suya, sino la de su familia y amigos. Battaglia falleció a los 87 años y el alcalde de la capital siciliana, Leoluca Orlando, fue conciso y rotundo: «Hemos perdido a una mujer extraordinaria y un punto de referencia». Tras su divorcio, podía haberse marchado a Roma o Milán, pero ella no dudó en volver a su tierra natal -con sus tres hijas- y apretar los dientes para salir adelante. Durante 18 años se ganó la vida pateándose las calles de Palermo. Nada se le escapaba. No todo era muerte en sus fotos, también había niños de la mano de sus padres, camino de la iglesia porque era obligado ir a misa «y rezar para ser buenos», solía recordar Battaglia con la mirada perdida.

«El miedo es un lujo que uno no puede permitirse. Yo me siento libre, porque lo soy por dentro»

Los jueces Falcone y Borsellini

Mucho tuvo que ver. Demasiado. En 1992 dejó de fotografiar las masacres de la Cosa Nostra. Fue incapaz de cubrir para su periódico el asesinato de Giovanni Falcone y, 52 días más tarde, el de Paolo Borsellini. Ambos eran jueces y también amigos de ella. «Las fotos que no se hacen son las que más duelen», explica Battaglia en el documental 'Shooting the Mafia' (Disparando a la mafia), de Kim Longinotto. En sus últimos años prefirió volcarse en iniciativas sociales y culturales contra la mafia. «El miedo es un lujo que uno no puede permitirse. Yo me siento libre, porque lo soy por dentro». Ese era su talante. Luchadora hasta el final.

Mujer y siciliana, le tocó plantar cara al destino. No lo tuvo fácil. Sufrió a un padre tiránico y a un marido machista que estuvo a punto de pegarle un tiro en Trieste. Al encontrarla en la cama con un amante, cogió un arma y disparó contra el hombre, aunque falló. No apuntó contra ella porque tenían tres hijas en común. Después de aquello, Battaglia tomó la decisión de ser independiente. Tenía menos de 40 años y no se imaginaba ni remotamente que se convertiría en una de las mejores profesionales del siglo XX.

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infatigable

  • Vocación tardía. A los 39 años empieza a trabajar en el periódico 'L'Ora' de Palermo. Además de las atrocidades de la mafia, inmortaliza barrios, calles, fiestas y funerales.

  • Reconocimientos. Obtiene muchos premios, como el Eugene Smith de fotoperiodismo.

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