Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hay un hilo que cose en el arte moderno la racionalidad de la geometría con las inquietudes trascendentales, lo que podría parecer contradictorio, pero que en manos de los artistas deja de serlo. Vasily Kandisnky y Piet Mondrian se sirvieron de la teosofía de ... Madame Blavastky para conectar la cosmología, el mundo natural y la vida humana a través de sus líneas rectas y curvas, y otros como Kasimir Malévich también estuvieron tentados por esta doctrina en algún momento de su carrera.
Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo y Eugenio Sempere no llegaron al nivel esotérico de Kandinsky y Mondrian, pero desde luego que sus formas geométricas pretendieron ir más allá de la armonía y la ruptura de las líneas y de la creación de espacios entre ellas. «Tienen en común la preocupación espiritual por el espacio metafísico en el primer caso, por el origen de la geometría en los griegos como organización matemática del universo en el segundo y por la presencia de la divinidad en la naturaleza en el tercero», explica el galerista bilbaíno Michel Mejuto.
'Geometrías variables'. Exposición en la Galería Michel Mejuto con nueve obras.
Catálogo. Se puede descargar gratuitamente de su web. Contiene un texto introductorio de Javier Viar.
Para demostrarlo, ha abierto hasta el 30 de enero una exposición con nueve piezas de los tres creadores titulada 'Geometrías variables', que cuenta en su catálogo con un texto introductorio de Javier Viar. De Sempere se muestra un gouache de líneas muy finas, verticales y coloristas titulado 'Atardecer en verano', cuyo conjunto, sin perder su carácter geométrico, insinúa un paisaje de Cuenca.
Después de vivir en París desde finales de la década de los cuarenta, al final de la siguiente se estableció en la ciudad castellanomanchega con otros pintores como Fernando Zóbel y Antonio Saura, «un momento de oro del arte español», apunta Mejuto, del que queda como testimonio el Museo de Arte Abstracto, situado en las 'casas colgadas' de la localidad. Además de esta obra, de Sempere se venden también en la galería otros dos cuadros, uno de ellos en amarillo intenso, que prefiguran aquello por lo que sería conocido, el arte óptico o cinético.
Las obras a la venta van de los 3.900 a los 150.000 euros. El más bajo se corresponde con un libro de artista de Palazuelo, que también estuvo vinculado con el grupo de Cuenca. Se trata de un ejemplar de una edición de 15 copias realizada para el creador y para el autor de los poemas incluidos en la pieza, José Miguel Ullán. Lo publicó una editorial francesa, lo mismo que otros libros de Chillida, Miró y Tàpies, en un momento -la década de los setenta- en que estos bellos objetos que llaman a la revisión y a la relectura constante suscitaban mucha atención.
De las tres esculturas de Oteiza, destaca por su singularidad 'Figura sedente' o 'Geómetra sentado', en la que interpreta la tradición escultórica occidental del personaje en esa posición, cuyo ejemplo más abrumador sería el 'Moisés' de Miguel Ángel. En su base ya se desvela un volumen geométrico que en su obra posterior adquirió plena autonomía aunque, como señala Mejuto, «Oteiza trabajó siempre en sus dos vertientes, la figurativa y la abstracta».
La exposición está dedicada a Jorge de Barandiarán, director del Bellas Artes entre 1983 y 1996, año en el que le sucedió Miguel Zugaza. Falleció el año pasado. «Quizá exageraría si dijese que fue como un padre para mí, pero sí debo decir que me enseñó mucho de lo que sé», confiesa el galerista.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.