Euskadi grita ¡acción!

Antes que ellos, el pasado enero Álex de la Iglesia volvió a su ciudad natal 30 años después de 'Acción mutante' con 'El cuarto pasajero'. Otro peso pesado del cine español, Alejandro Amenábar, saltó de Pasajes a Erandio para dar el último golpe de claqueta a 'La Fortuna', su debut en las series con una historia de tesoros sumergidos y aventuras náuticas. Pero para serie la que conmemorará la primera circunvalación a la Tierra de Elcano, 'Sin límites', que Simon West rodó en Azkorri con un presupuesto de 20 millones de euros.

Euskadi se ha convertido en un plató más allá de la repercusión turística que originaron '8 apellidos vascos' y la serie 'Juego de Tronos', que llevaron autocares en peregrinación laica a sus localizaciones. La pandemia provocó el año pasado la interrupcion forzosa de los rodajes durante un par de meses. Ahora no solo se han recuperado los niveles de producción existentes antes del covid, sino que se han superado.

«La producción no ha dejado de existir, ha habido precauciones durante el proceso de filmación y en algunos casos interrupciones. Unas empresas han sido más precavidas y no se lanzaron y otras sí», certifica el productor Koldo Zuazua, que vivió de primera mano el parón de 'Ilargi guztiak. Todas las lunas' desde el 13 de marzo al 1 de junio del año pasado. La cinta de Igor Legarreta, recién estrenada en cines, fue la primera que retomó su rodaje durante la pandemia.

Zuazua ha trabajado desde entonces en 'La Fortuna' con Amenábar y ahora está en 'La vida padre'. Calcula que las medidas anticovid encarecen los presupuestos aproximadamente en un 3%, aunque depende de muchas variables: las localizaciones, el número de figurantes... Hay que contratar personal auxiliar para la toma de temperatura y el reparto de EPIs. También hacen falta sanitarios para las pruebas, mascarillas, termómetros, geles…

«Como gasto indirecto, los espacios auxiliares para vestuario y maquillaje tiene que aumentar sustancialmente su tamaño», añade el productor. «Donde antes metías a cuatro o cinco personas ahora necesitas el doble, la gente tiene que estar distanciada y en espacios ventilados. Y añade a eso las bajas preventivas. Cuanto un trabajador está en contacto con un positivo se tiene que quedar en casa y lo tienes que sustituir por otro. Los rodajes ahora son más caros, aunque depende de la suerte que tengas con los contagios».

Carlos Juárez, presidente de la Asociación de Productores Vascos/Euskal Produktoreen Elkartea, recuerda que hubo un momento en el que llegamos a pensar que ya no íbamos a volver a ver besos en el cine. «Ha habido contagios pero no han trascendido, se han dado parones muy gordos», descubre. «Muchas películas han tenido problemas por el covid, sobre todo asusta que los actores principales se contagien. Gracias a las vacunas, se vislumbra una cierta 'normalidad' para septiembre».

Juárez explica que existía un «tapón de producción» con películas que habían recibido ayudas públicas y que no podían esperar más para hacerse. Las localizaciones habituales en Madrid y Barcelona «están quemadas», observa, y de ahí el boom de Euskadi como escenario de rodajes. Como explican en la Bilbao Bizkaia Film Commission, el organismo público que 'vende' nuestros paisajes y gestiona permisos, pocos lugares ofrecen a 45 minutos en coche una ciudad moderna, un pasado industrial, playas y montes.

El presidente de los productores vascos apunta otro factor crucial: la estructura de empresas y técnicos vascos cuyo prestigio se demostró en los últimos Goya, en los que 'Akelarre' triunfó en apartados como la música, el vestuario y la dirección artística. «Los técnicos pueden seguir viviendo aquí y no tienen que irse fuera, eso es nuevo. De hecho, han vuelto algunos de los que estaban en Madrid», constata. «Quizá en Marruecos encuentres mejores precios, climatología y localizaciones, pero lo complicado es buscar técnicos profesionales».

Carlos Juárez es el productor de la película vasca más vista de todos los tiempos, 'El Hoyo', que tras su discreto paso por las salas se convirtió el año pasado en un éxito en los 190 países donde opera Netflix. Las plataformas de internet, cuyo consumo se ha disparado durante la pandemia, explican también esta avalancha de rodajes. Si se atiende a la línea de ayudas del Ministerio de Cultura, el número de largometrajes para salas no ha descendido. Pero el volumen de series y películas para unas plataformas que demandan contenidos sin cesar se ha disparado.

Sin ir más lejos, el próximo 31 de mayo arranca en Bilbao el rodaje de 'Intimidad', una serie de Netflix sobre política y vídeos sexuales protagonizada por Emma Suárez, Patricia López Arnáiz, Itziar Ituño y Verónica Echegui. Estarán cinco meses en la capital vizcaína hasta completar los ocho capítulos. «Las plataformas se han dado cuenta de que España tiene talento y técnicos de calidad. Netflix, Amazon y compañía nos han elegido como una puerta para Europa y Latinoamérica», alaba Carlos Juárez, que volverá a trabajar encantado con estos gigantes de internet. «No hemos sabido ver nuestro potencial, un cine con vocación de traspasar fronteras. Han tenido que venir de fuera a decirnos que podemos hacer ese tipo de películas y ahora nos lo creemos».

José Luis Rebordinos, director del Festival de Cine de San Sebastián, ve claroscuros en la pujanza de las plataformas. «Están generando mucho trabajo que permite vivir y trabajar a un gran sector de nuestra industria audiovisual. Necesitan contenidos, y eso es muy bueno para la industria. No todas las plataformas son iguales, pero da la impresión de que el cine que hacen tiende a homologarse y a tener unas características comunes. Y todo lo que sea homologación cultural me parece negativo. Cuanto más diferentes las cosas, mejor».

Rebordinos advierte de que estamos en el comienzo de un proceso transformador muy largo. En su opinión, las cosas ya habían empezado a cambiar antes de que el covid nos encerrara en casa. «Todo empezó cuando pudimos ver una película con calidad en un dispositivo electrónico», reflexiona. «La pandemia ha acelerado de forma desordenada este proceso. A mí, como espectador, me gustaría que cuando se estrene una película que me interese la pueda ver en cines, en una plataforma el mismo día e incluso que me la pueda comprar en Blu-ray. Pero tiene que ser un proceso pactado. No puede ser que una sala de cine pague el 60 o el 65% de su recaudación a una compañía si ese mismo día la película está en internet».

Y es que el frenesí de rodajes no se corresponde con la situación de las salas, que languidecen a causa de las restricciones de aforo y el temor de los espectadores. Las película más vistas en las últimas semanas son la trilogía repuesta de 'El Señor de los Anillos', lo que ya indica las míseras recaudaciones. «Confío en que la gente pierda el miedo y el cine vuelva a ser una forma de entretenimiento», expresa Koldo Zuazua. «Harán falta títulos que sirvan como reclamo y que la gente rompa el hábito que ha adquirido de consumir cine en casa».

Para Rebordinos, las salas son insustituibles, pero se tendrán que poner las pilas. «Cuando conviertes el cine en un evento, funciona. Los festivales van mejor que nunca. Igual las salas tienen que volver a las giras con los directores presentando sus obras, sistemas de abonos, debates tras las películas… La exhibición no puede pretender ser igual que hace veinte años».