El Festival de San Sebastián ha decidido acabar con la categorización de género en su palmarés, reemplazando en la próxima edición la Concha de Plata al mejor actor y a la mejor actriz por un premio global a las mejores interpretaciones de protagonistas y de ... reparto. La decisión tiene su aquel, su estética y también su miga. De un lado esa rígida construcción social, histórica y cultural de los hombres y las mujeres sobre la base exclusiva de la diferencia sexual está obsoleta y encima amenaza ruina. Además, por muy intenso que sea el discurso que busca resaltar las desigualdades y diferencias fisiológicas y biológicas entre hombres y mujeres, también hay mucha gente que ni siquiera encuentra su lógica real en el binarismo de género. Muy bien todo esto, sí, pero lo de suprimir en un premio la distinción de categoría masculina y femenina alegando que solo hay buenas o malas interpretaciones y que con ello se impulsa la equiparación de género en el cine no solo suena demasiado simplista, sino que además refleja un evidente postureo.
Publicidad
Los roles, los caracteres y las tipologías en el cine siempre son diferentes, lo mismo que son distintos los papeles de hombres o mujeres y sus respectivas interpretaciones. Reducir todo ello a una sola categoría en el palmarés no hace sino menguar las posibilidades de reconocimiento interpretativo, limitar la diversidad expresiva y sin duda conducir al establecimiento inefable de cuotas. Y no solo eso, ya que, como en la actualidad únicamente tres de cada diez personajes en el cine español son mujeres, encima se corre el riego de aumentar en el palmarés de los festivales una desigualdad de género evidente que precisamente beneficiaría lo que se trata de evitar. El cine es un reflejo social y no al revés. El deseable objetivo de la paridad de género en la cultura no puede convertirse en un postureo simplista y además debe de conquistarse previamente en la vida social, conciliando en el cine y de forma equilibrada el talento, la creatividad y la calidad interpretativa.
Orquestas sinfónicas
La pandemia también ha golpeado duramente a las orquestas sinfónicas, privándolas de ingresos por la cancelación de los conciertos y por las restricciones de aforo. Naturalmente las más afectadas son las que no dependen de los presupuestos públicos, algo común en el mundo anglosajón. De hecho, las más prestigiosas orquestas norteamericanas están recurriendo a los recortes presupuestarios y a los despidos para garantizar su viabilidad. Una voz tan autorizada como la de Mark Volpe, director ejecutivo durante veintitrés años de la Sinfónica de Boston, acaba de señalar que el futuro pasa por un modelo híbrido, con audiencias presenciales y virtuales, por la comercialización de contenidos digitales, por un esfuerzo especial para mantener las audiencias y los patrocinadores, y por una sensibilidad especial para responder a los cambios demográficos y a las demandas sociales de equidad racial y de género. Por supuesto, está presión que empuja a una innovación total no parece afectar demasiado a las sinfónicas españolas, cuyas pérdidas se asumen sin problema en el déficit público.
Lengua española
Los anglicismos y los nuevos términos tecnológicos amenazan el buen uso de la lengua española, algo inevitable cuando en la era digital se imponen las palabras en el idioma en que fueron inventadas. Al cuidado de nuestra lengua, la Real Academia Española adapta, incorpora o rechaza la integración de neologismos convertidos en moneda común. Pero tan amenazante para la lengua española es, igualmente, su uso impropio por las máquinas que desarrollan la inteligencia artificial, especialmente los altavoces inteligentes de carácter doméstico que ofrecen información, leen audiolibros y hasta enseñan idiomas. Por ello es importante el proyecto de la RAE para emitir certificados del buen uso del español a las máquinas, donde también colaboran las grandes empresas tecnológicas. Será la RAE una institución añeja que vela por un idioma milenario, pero su regularización lingüística siempre es moderna.
Publicidad
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.