El tejado antes que la casa

Se dice en el acuerdo programático de Pedro Sánchez con Sumar, el metapartido de Yolanda Díaz, que «han de acabarse los vuelos cortos siempre que haya alternativa al tren». Dicho y ordenado, a mandar, porque en el convenio de los dos partidos se explícita el ... compromiso de reducir o eliminar vuelos domésticos en las rutas donde existan alternativas ferroviarias de menos de dos horas y media. El asunto tiene tanta miga como notables implicaciones en diversos ámbitos. Entre otros en el cultural, ya que la medida puede afectar al flujo del turismo cultural, un activo fundamental para muchas ciudades y muchos bienes de nuestro patrimonio histórico-artístico. Que sepamos, en España hay varios vuelos diarios entre Alicante, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Madrid, todos ellos con una ruta alternativa de tren de alta velocidad que ronda las dos horas y media. Ahora bien, si de un lado y por el momento no hay ninguna conexión directa de alta velocidad ferroviaria con el aeropuerto de Barajas, que es el 'hub' desde el que parten la mayoría de las conexiones internacionales; de otro la falta de intermodalidad real y eficiente en las estaciones o incluso la ralentización del proceso del viaje (doble conexión, facturación y control) no harían sino desviar las escalas a otros 'hubs' europeos, afectando al equilibrio del turismo y, encima, sin lograr un significativo desplazamiento al uso del tren. Tan verdad es que el impacto medioambiental de los viajes en avión debe de ser rápidamente reducido, como que la cultura es uno de los motores para el crecimiento del turismo y este último, precisamente, tanto una fuente de empleo y de crecimiento económico, como también un recurso necesario para la preservación del patrimonio cultural y artístico. Por eso empezar la casa por el tejado, como tiene por costumbre el gobierno de Pedro Sánchez, da mucho relumbrón al postureo populista, pero también muchos problemas a la realidad social y económica. Háganse las cosas, por favor, con más racionalidad y mesura y con menos improvisación demagógica.