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Sé bella y cállate». No, seguro que Serge Gainsbourg no era un feminista al uso, sino más bien un ambiguo misógino de libro con todas las mujeres que le inspiraron. Pues sí, pero al menos acéptese esa sorprendente paradoja en su relación con Jane Birkin, ... sublime mujer de biografía artística y humana encadenada a su amante, aunque también y paradójicamente tan libre en su vida privada y en su semiología estética como igualmente impudorosa en su cosificación de mujer-objeto sin ataduras, casi como una perfecta y sensual representación andante y empoderada del segundo sexo que mucho antes había proclamado Simone de Beauvoir, sí, en aquel feminismo fundacional de cuño y raíz existencialista.

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