La cultura olvidada

Habrá que ver con detalle la letra pequeña en las modificaciones del sistema tributario vasco. Y también, claro, los cambios que se introduzcan a la ... reforma fiscal en el trámite legislativo de las Juntas Generales. Pero mucho me temo, a priori, que la fiscalidad de la cultura ha sido otra de las materias olvidadas en el reciente acuerdo entre PNV, PSE-EE y Podemos. De hecho, nada se dice de mejorar los estímulos fiscales al mecenazgo o a la participación de la iniciativa privada en la cultura, hasta ahora un puro 'seguidismo' tributario del aplicado en territorio común, del que solo se salvan con gran éxito los incentivos establecidos hace bien poco por las diputaciones para los rodajes de las producciones audiovisuales, una disposición que precisamente los ha disparado en los territorios históricos por contemplar aquella desgravación, la más alta del estado. Más aún, tampoco nada apunta a que la mencionada reforma corrija la inexistencia en Euskadi de una fiscalidad específica para el 'crowfunding', una modalidad que hasta en Navarra prevé una desgravación en la base imponible del IRPF de hasta el 80% de los primeros 150 euros y del 40% en lo que exceda de esa cantidad, extendiéndose en el caso del territorio común con el mismo porcentaje de desgravación a los primeros 250 euros donados. Igualmente, y a pesar de que la reforma fiscal vasca nada tiene que decir sobre los tipos de IVA por ser éste un impuesto estatal fuera del ámbito foral de aplicación tributaria, el partido que preside las tres diputaciones forales bien pudiera hacer valer su influencia parlamentaria para aminorar su negativo impacto en algún sector de la industria cultural, como es el caso que afecta a las galerías de arte o a los servicios digitales por streaming.